Pliego en la PFP: un 'mal necesario'

AutorLuis Alegre

Aunque los exámenes decían que era "no apto", Alberto Pliego Fuentes ingresó a la Policía Federal Preventiva (PFP) el 1 de julio del 2000. ¿Quién se habría de oponer, si el que lo llevó fue el mismo comisionado Wilfrido Robledo? Tenían años trabajando juntos.

En 1998, el secuestro alcanzó las cifras más altas -50 por mes- y la incapacidad de las autoridades era evidente. Ocupado en combatir al narco y aplacar la resurrección de la guerrilla, el Estado dejó crecer a las bandas de plagiarios, coludidas las más de las veces con los propios policías, como ocurría en Morelos bajo el Gobierno de Jorge Carrillo Olea.

Los plagios de empresarios prominentes, banqueros, joyeros, extranjeros y hasta políticos, convirtieron al secuestro en un problema de seguridad nacional. El Presidente Ernesto Zedillo apostó la última carta al Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), entonces al mando de Jorge Tello Peón.

Con sus propios agentes, el Cisen comenzó a rastrear a los secuestradores e incluso a negociar los plagios. El responsable del grupo antisecuestros era Wilfrido Robledo Madrid, el mismo que creó cuatro años antes al Grupo Antiterrorista (GAT), donde coincidieron agentes de las distintas policías judiciales, militares, policías estatales y federales de caminos.

En sus primeros 20 años de carrera, Alberto Pliego Fuentes fue comandante de judiciales mexiquenses, director de la Policía Preventiva de Morelos y jefe de custodios en el Reclusorio Norte. En 1996 fue nombrado subdirector de Combate a la Delincuencia en la Procuraduría General de Justicia del Estado de México.

Robledo Madrid lo invitó a colaborar en la persecución de secuestradores; fue comisionado al Cisen en julio de 1998. El contralmirante sabía que Pliego Fuentes conocía bien las redes de la delincuencia en el Estado de México.

"La información que tenía Pliego Fuentes era a la vez su salvoconducto. Desde arriba se pararon varias broncas que ya traía Pliego (estaba acusado de abuso de autoridad, por ejemplo) porque entonces era un elemento útil para un Gobierno desesperado", dice uno de los ex mandos del GAT que trabajó con él.

Pronto dio resultados el comandante mexiquense. Daniel Arizmendi "El Mochaorejas" ya estaba en la mira y Pliego Fuentes -acusado antes de proteger al secuestrador-, le capturó en agosto de ese año, en un operativo montado en las inmediaciones de El Toreo, cubierto por los agentes de élite del GAT.

De las confesiones de Arizmendi en los días inmediatos...

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