Plaza Pública / Ultraderecha

AutorMiguel Angel Granados Chapa

El antiguo militante de ultraderecha espetó su testimonio: lo poseía una emoción explicable. En público hizo, una treintena de años después de los hechos, una sucinta, desordenada narración de algunas de las agresiones que le ordenaron perpetrar quienes lo reclutaron para militar en una agrupación de ultraderecha, católica, reservada y violenta. Lo que más le duele hoy, dijo, fue que le robaran su juventud, pues contra su voluntad la aplicó al cumplimiento de deberes que luego supo injustos y contrarios a la democracia y a la tolerancia.

Ese fue el momento culminante de la presentación del libro El yunque. La ultraderecha en el poder, del reportero de Proceso Alvaro Delgado, ocurrida el jueves. La presencia de dos senadores panistas, Felipe de J. Vicencio y Javier Corral, sus inteligentes y enjundiosas intervenciones habían concentrado la atención en uno de los aspectos de gran relieve derivados de la investigación hecha por el periodista: la infiltración de Acción Nacional desde esas posiciones. La autocrítica, la confesión del antiguo fundamentalista completó de manera muy valiosa la sesión. Su memoria avaló la investigación cuyo resultado allí se presentaba, y también contribuyó a situar el peligro que ha significado la ultraderecha en un ámbito más amplio, el que concierne a las conciencias de todos, a las vidas de todos y no sólo al poder, los partidos y la Iglesia.

El periodista Delgado examina en su libro la historia de la Organización Nacional del Yunque y otras expresiones de la ultraderecha, que no es una tendencia política como otra cualquiera, sino que se singulariza por su integrismo, la mezcla de política y religión; y por su actuación violenta, que en no pocas ocasiones ha significado la práctica de secuestros, golpizas, lesiones y aun homicidios, algunos de los cuales se documentan en esta obra.

Con eficacia narrativa y penetración política, abre el libro la reseña del juramento de un catecúmeno de esa organización (conocida también como la Orquesta, palabra cuyas dos primeras sílabas aluden al Yunque) rendido en 1982, en una escuela en la ciudad de León, a la que el novato había llegado desde su natal Lagos de Moreno. En una ceremonia secreta, en penumbra, presidida por un crucifijo, una biblia, un rosario y dos banderas, la nacional y la del Yunque, y ante un adulto que lo recibía, el joven iniciado expresó su compromiso:

"Yo, en pleno uso de mis facultades y sin reservas mentales de ninguna especie, juro por mi Dios y por...

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