Plaza Pública/ Subprocuradora
| Autor | Miguel Angel Granados Chapa |
Al nombrar a la doctora María de la Luz Lima Malvido como subprocuradora de Coordinación General y Desarrollo, la segunda posición en la PGR, el General Rafael Macedo de la Concha inscribió a esa dependencia en el aún corto número de oficinas de esa índole que confían a mujeres altas responsabilidades. Ya ha habido titulares de Procuradurías de justicia estatales. Quizá la pionera fue María del Refugio Martínez Cruz, Procuradora de Tamaulipas hace 10 años, bajo Américo Villarreal. Ahora lo es, en Hidalgo, la licenciada Flor de María López González. Y en la Procuraduría del Distrito Federal ha habido ya subprocuradoras: Margarita Guerra y Tejada y Sara Cartagena, en el trienio anterior; y ahora Bárbara Yllán Rondero y Patricia Bugarín.
De la carrera de la nueva subprocuradora de la República podemos imponernos gracias a la oportuna semblanza que en febrero publicó la revista El Mundo del Abogado. Bajo el título "Dos criminólogos en una bigamia perfecta", se presenta un esbozo biográfico de la doctora Lima Malvido y su esposo el doctor Luis Rodríguez Manzanera. La obvia broma implícita en la "cabeza" se refiere a que ambos se dedicaron a la criminología, disciplina tan exigente "como una esposa celosa", que no permite "una auténtica vida conyugal", aunque ellos sí la han conseguido.
Rodríguez Manzanera (que cuando estudiaba sicología en la UNAM fue miembro del Movimiento Universitario de Renovadora Orientación -MURO-, una agresiva agrupación dizque católica, pero desautorizada por el Arzobispado de México), fue profesor de su ahora esposa. Ella había estudiado primero la profesión magisterial en la Escuela Nacional de Maestros y luego se hizo abogada en la UNAM, donde se licenció con la tesis "La personalidad sicopática". Alcanzó después el doctorado con un trabajo sobre la criminalidad femenina, publicado después como libro.
Fue agente del Ministerio Público especializada en delitos sexuales en 1989, cuando Ignacio Morales Lechuga era Procurador en el DF. "Se considera una buena investigadora criminal -dice Luis Rivera Campuzano en la semblanza mencionada-; lo es gracias a su humanismo y su sensibilidad para atender a las víctimas de delitos". En la Procuraduría capitalina creó precisamente el primer servicio de atención a las víctimas. Siguió en el equipo de Morales Lechuga cuando éste se convirtió en Procurador de la República, como consejera jurídica.
"Posteriormente -agrega El Mundo del Abogado- le ofrecieron ser Diputada federal en la...
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