Plaza Pública/ Premiado preso de conciencia
| Autor | Miguel Angel Granados Chapa |
Desde su fundación en 1961, Amnistía Internacional se ha constituido en una presencia invaluable en la defensa de los derechos humanos en todo el mundo, incluidos los países que dicen respetarlos al extremo. El mandato de ese organismo no gubernamental consiste en "oponerse por todos los medios apropiados, con independencia de consideraciones de carácter político al encarcelamiento, reclusión o imposición de otras restricciones físicas a cualquier persona en virtud de sus convicciones políticas, religiosas o cualquier otro motivo de conciencia, o en razón de su origen étnico, sexo, color, idioma, origen nacional o social, situación económica, nacimiento u otras circunstancias, siempre que tal persona no haya recurrido a la violencia ni propugnado su uso y a la que Amnistía Internacional se esforzará por devolver la libertad y proporcionar asistencia". Tales personas reciben la denominación de "presos de conciencia" y al ser declarados tales, concentran la atención específica de aquella agrupación.
Dos mexicanos, recluidos en Iguala, han sido declarados presos de conciencia por Amnistía Internacional, y al comunicarlo al presidente Zedillo, esa organización con sede en Londres ha solicitado la libertad de Rodolfo Montiel y Teodoro Cabrera, los presos de que se trata. Nos referimos a su caso en este mismo lugar apenas el 27 de marzo. Fueron detenidos por militares el 2 de mayo del año pasado y se les sigue proceso, sobre bases falsas, como si fueran miembros del Ejército Popular Revolucionario y narcotraficantes. En realidad se les reprime por su lucha en pro de la conservación del bosque en Petatlán y Coyuca de Catalán.
Montiel mismo, uno de los fundadores de la Organización de Campesinos Ecologistas de aquella comarca guerrerense, ha sido elegido para recibir el Premio Ambiental de la Fundación Goldman, una distinción que en las esferas ecologistas se tiene como el Nobel del ambientalismo. El premio consiste en una escultura de bronce y 125 mil dólares (de los que Montiel no dispondrá ni un minuto, pues desde que supo que estaba incluido en el elenco de los posibles galardonados concibió la creación de un fideicomiso que favorezca la lucha por la que se halla preso, a partir de esos fondos, que de inmediato destinará a ese fin, sin siquiera tocarlos).
La libertad "inmediata e incondicional" que demanda Amnistía Internacional, como es obvio, debe ser entendida a la luz del marco jurídico mexicano, dado que exhortan a proceder en tal sentido...
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