Plaza Pública / Más de lo peor

AutorMiguel Ángel Granados Chapa

Ya sabíamos que el gobierno del cambio procura que todo sea como antes. Ahora comprobamos que también busca asestarnos más de lo peor. El Presidente Fox, que ha dicho que la estabilidad económica es posible gracias a Dios y a Ernesto Zedillo, puso la política económica en manos del salinismo, con Francisco Gil a la cabeza. Ahora ha entregado la prevención policiaca a Miguel Ángel Yunes, cuyos antecedentes en materia de seguridad pública son temibles. Su designación, nacida más de la conveniencia política y de la desesperación que de la "pasión por el buen gobierno" que presumiblemente mueve al foxismo, no permitirá mejorar el desempeño de Ramón Martín Huerta ni colmar, por lo tanto, las enormes necesidades en la materia.

Yunes ha tenido relación con la seguridad pública en dos momentos, ambos durante la década pasada. Fue Secretario de Gobierno de Veracruz, bajo Patricio Chirinos, a lo largo de casi todo el sexenio 1992-1998. Y luego, durante un lapso más breve, fue responsable de la política de readaptación social en la Secretaría de Gobernación. Es decir, fue el encargado de los reclusorios federales, materia que hoy es propia de la Secretaría a cuyo segundo cargo llegó ayer. Era diputado priista y luego independiente (aunque para efectos prácticos se había adosado a la bancada panista). La semana pasada pidió licencia. Según sus allegados, lo hizo porque sería nombrado Secretario de Seguridad Pública. Por lo pronto tuvo que admitir una posición secundaria, como las que han marcado su desempeño en la vida pública.

Como responsable de la política interior en Veracruz, Yunes ganó fama por su tendencia a la represión. Todavía se lo han recordado los miembros del Movimiento de los 400 pueblos en semanas recientes, cuando ante la Cámara de Diputados demandaban juicio político contra el ahora funcionario de la administración Fox. Y aunque sea posible presumir que ese movimiento era utilizado entre los priistas veracruzanos como ariete de lucha política, lo cierto es que las demandas que enarbolaban se refieren a hechos ciertos, como cierta es la persecución que contra varios políticos de esa entidad, pertenecientes a su mismo partido, organizó Yunes. El flamante Rector de la Escuela Libre de Derecho, el ex Procurador Ignacio Morales Lechuga, fue víctima de su intolerancia. Y lo fue en grado mucho mayor, de forma mucho más trascendente, el ex Gobernador Dante Delgado, que purgó penas por delitos de que luego fue exonerado por la justicia...

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