PLAZA PÚBLICA / Mafia en Tonalá

AutorMiguel Ángel Granados Chapa

El martes fue detenido -o se entregó- Jorge Vizcarra Mayorga, el suspendido alcalde panista de Tonalá, Jalisco. Se hallaba en Los Ángeles, prófugo de la justicia desde diciembre pasado, pues se le acusa de homicidio y delincuencia organizada. Duró menos de un año al frente del ayuntamiento de aquel municipio conurbado al de Guadalajara, lapso en que se hizo manifiesta la presencia de una mafia delincuencial protegida desde el palacio municipal.

Vizcarra estaba perseguido, y ahora será procesado, por el asesinato de su compadre Carlos Romo Guízar, director de Mejoramiento Urbano del municipio, ocurrido en abril del año pasado. También está implicado en el crimen Ricardo Sigala, ex dirigente municipal del PAN y ex secretario del ayuntamiento de Tonalá, a quien el alcalde concedió permiso en septiembre pasado, pretextando razones de salud, con lo que en realidad facilitó su fuga, que concluyó con su detención en abril pasado. (Sigala había sido despedido de un cargo de inspección en el municipio de Zapopan, señalado como extorsionador aunque sólo fue cesado y no sometido a juicio).

Todavía está prófugo Miguel Magaña Orozco, ex director municipal de policía, acusado también de ese homicidio.

La víctima, Romo Guízar, tenía antecedentes penales que no obstruyeron su designación por el alcalde que, presuntamente, lo mandaría matar, al parecer por desavenencias en el manejo de negocios ilícitos (casinos clandestinos, máquinas tragamonedas y narcomenudeo) dirigidos por Vizcarra y Sigala. Romo Guízar, ultimado de siete balazos a la salida de su casa, había estado en la cárcel cinco veces entre agosto de 1981 y octubre de 2000, por robo, abuso de confianza, robo calificado y fraude.

La historia delincuencial de Romo Guízar fue facilitada por la Procuraduría de Justicia de Jalisco, que al avanzar en sus indagaciones solicitó y obtuvo el desafuero de Vizcarra quien, destituido por el Congreso local en diciembre pasado, desapareció desde entonces. Vizcarra había atribuido la difusión de los antecedentes penales de su compadre y luego víctima a animosidad política del gobernador Emilio González Márquez.

Hay ciertamente un conflicto interno en el PAN jalisciense, no sólo entre los grupos de centro y de derecha que por largo tiempo coexistieron en ese partido, sino entre recién llegados a quienes impulsa el ejercicio mercenario del poder y la fracción que quisiera ver que su largo antagonismo con el PRI no ha concluido con la mimesis panista al partido...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR