PLAZA PUBLICA / No a nuevos partidos

AutorMiguel Ángel Granados Chapa

En buena hora, el Consejo General del IFE negó el viernes pasado registro como partidos a dos Agrupaciones Políticas Nacionales. De ese modo, el elenco disponible para las opciones ciudadanas en la elección legislativa del año próximo será el mismo que en 2006: PRI, PAN, PRD, Verde, PT, Convergencia, Alternativa y Nueva Alianza.

Aplaudo la decisión del órgano electoral no por reluctancia al pluralismo, sino porque enfrentó tendencias nocivas para el desarrollo político y, sin necesidad de expresarlo, reconoció que el registro de nuevos partidos no siempre enriquece la democracia y ni siquiera la competencia electoral, sino que ha producido efectos perjudiciales que repercuten en la opinión ciudadana sobre los partidos y sus fines.

Las solicitudes rechazadas dejaron en el camino de la contienda electoral al Partido Solidaridad y al Partido Mexicano Rumbo a la Democracia. El dictamen referido al primero fue aprobado por unanimidad de nueve votos, mientras que el segundo lo fue por mayoría de seis a tres. Supongo que sólo es casualidad que los de esta posición minoritaria correspondan a los consejeros María Teresa González Luna, Lourdes López y Andrés Albo, que causarán baja el 14 de agosto próximo y por tanto protagonizaron una de sus últimas decisiones relevantes.

Aunque no contó con el asentimiento general en esa organización, el Partido Solidaridad fue uno más de los intentos de la Unión Nacional Sinarquista por participar en elecciones. Fundada como un movimiento de resistencia civil, integrado sobre todo por campesinos y población urbana pobre, la UNS se afanó por entrar en la vida electoral desde unos años después de su aparición en 1937. A partir de la década siguiente practicó una suerte de abstencionismo activo pues recomendaba a sus miembros escribir en las boletas las iniciales RE, de reforma electoral, como síntesis de su inconformidad con una legislación que impedía o dificultaba en grado extremo el ingreso y el crecimiento de fuerzas ajenas al partido oficial. Después de más de un intento, logró su registro como Partido Demócrata Mexicano, y luego como Alianza Social, con suerte adversa al punto de que ambas versiones perdieron el registro que habían obtenido de manera condicionada. Un sector de la UNS, no necesariamente vinculado a esas experiencias, y que mantuvo registro como Agrupación Política Nacional, pretendía ahora retornar a la liza electoral.

Con presencia de ex panistas conservadores, o miembros del Yunque que...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR