Plaza Pública / Lingote de oro

AutorMiguel Ángel Granados Chapa

Esperemos que la inesperada conclusión de la indagación administrativa sobre el Pemexgate tenga efectos en la bancada panista en San Lázaro, en este momento asociada a la impunidad del senador Ricardo Aldana, uno de los protagonistas de ese caso. Su falta de castigo contrasta con la multa de mil millones de pesos que todavía está pagando -con descuentos mensuales a sus ministraciones- el comité nacional priista, y con las aún más cuantiosas que ayer dijo la Secretaría de la Función Pública haber fijado a los funcionarios de Pemex que en 2000 entregaron cientos de miles de millones de pesos al sindicato petrolero, del que Aldana es tesorero.

Eduardo Romero, el sucesor de su jefe político Francisco Barrio en la antigua Secretaría de la Contraloría, sorprendió a todos al fijar una multa de casi 2 mil 900 millones de pesos a seis funcionarios de Pemex que hace cinco años entregaron al comité sindical que era su contraparte laboral mil 580 millones de pesos sin justificación alguna. Aunque la propia cuantía de la sanción (que incluye también inhabilitaciones hasta por 20 años para ocupar cargos públicos) la hará impracticable, nadie esperaba que un proceso que en general se ha realizado en beneficio de los exactores (así, una sola palabra, no una desinencia y luego un sustantivo, como si se tratara de actores que ya no lo son) de Pemex tuviera un momento que les resulta adverso.

Recordemos. Durante 2001 la Secodam, entonces a cargo del ahora precandidato presidencial Francisco Barrio, descubrió pagos irregulares de Pemex al sindicato. En diciembre de ese año pasó parte de su información a la PGR para que consignara los casos judiciales que resultaran a las autoridades. El gobierno panista, que cumplía un año de edad, gestionaba en ese momento el apoyo del PRI a su reforma fiscal, que incluía aplicar el impuesto al valor agregado a medicamentos y comestibles. Se dijo entonces al presidente Fox que ayudaría a afianzar esa alianza el que se demorara la investigación sobre Pemex. Puesto a evaluar la situación, según contó Barrio, el Presidente ordenó seguir adelante con el combate a la corrupción, aunque eso enajenara el apoyo priista en las modificaciones tributarias. El Presidente habría comparado con un lingote de oro el logro que significaría descubrir cómo se apoyó desde Pemex al PRI (pues ya se barruntaba ese mecanismo) y habría identificado a la reforma fiscal como cacahuates.

La indagación administrativa dio lugar a acusaciones penales y de...

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