PLAZA PÚBLICA / Líder de partido, no jefe de Estado

AutorMiguel Ángel Granados Chapa

Con los nombramientos y remociones anunciados el viernes, el presidente Felipe Calderón confirmó que se contenta con ser líder de su partido en vez de ejercer la jefatura del Estado, a que lo obliga su calidad de titular de Poder Ejecutivo federal. Al mismo tiempo, consolidó la posición de la tecnocracia panista, la nueva clase dominante en un partido que nació con aliento humanista, de cuyos frutos aún pretende vivir, aunque lo desconozca y en los hechos milite en su contra.

Juan Molinar Horcasitas salió del gabinete legal antes de cumplir dos años en él. Fue nombrado secretario de Comunicaciones y Transportes en marzo de 2009, para suplir a Luis Téllez, que ahora prospera como presidente de la Bolsa Mexicana de Valores, mudanza que en su momento y ahora evidencia la imbricación de los intereses del capital especulativo y los poderes políticos, sean los de la Federación o los de los estados.

Molinar Horcasitas había sido, también por un lapso corto, menor de tres años, a partir de diciembre de 2006, director general del Instituto Mexicano del Seguro Social. Tres meses después de dejar ese cargo, el crimen en que murieron quemados o asfixiados 49 niños, y muchos más padecen y sufrirán a lo largo de sus vidas profundas lesiones físicas y psicológicas, le estalló en las manos. No era ya el responsable de las guarderías, una de las decaídas prestaciones sociales del IMSS. Pero durante su ejercicio en ese instituto había crecido el régimen de subrogación, al margen de la ley, en cuyo esquema fue autorizada la Guardería ABC de Hermosillo, propiedad de familias tan bien situadas en Sonora que hasta ahora han eludido la acción de la justicia, aunque algunos de los propietarios estén sometidos a proceso, que viven tranquilamente desde sus refugios.

Como secretario de Comunicaciones, la gestión de Molinar Horcasitas se distinguió por su empeño en hacer que Televisa ingresara en la telefonía celular, quizá el único espacio de las telecomunicaciones que ha sido ajeno a la familia Azcárraga, que reina sin disputa casi en la televisión abierta y en la de paga. Para conseguir ese propósito Molinar Horcasitas no vaciló en incumplir la ley, no sólo desatendiendo mandamientos judiciales sino designando presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones a un permanente colaborador suyo, dueño de muchos atributos pero carente del que le permitiría acceder a ese cargo, que es la participación sobresaliente en ese campo.

En una discusión memorable ante la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR