Plaza Pública / El indestructible

AutorMiguel Ángel Granados Chapa

No, no me refiero a Andrés Manuel López Obrador, sino a Ricardo Aldana. Alguna vez el jefe de Gobierno del Distrito Federal se atribuyó a sí mismo esa condición. Dijo ser indestructible políticamente. Ahora libra escaramuzas de una batalla a que lo empujaron sus adversarios, quienes se proponen probar que no lo es. Por lo pronto, ha sido desaforado. Nada más en este momento. Pero se le privó de la inmunidad que impedía que se le llevara directamente ante la justicia. En cambio el tesorero del sindicato de petroleros, senador de la República, imputado por delitos de peculado que ascienden a mil 580 millones de pesos, ha salido una vez más indemne de un nuevo intento, el enésimo, de retirarle el fuero. Ese sí que es indestructible.

No lo es por su propia naturaleza, sino porque disfruta de la eficaz protección de su partido que, en realidad, obra ante él en estricta reciprocidad. De una caja bancaria manejada por Aldana salieron en diversas fechas del año 2000 gruesas sumas de dinero en efectivo, hasta llegar a cuando menos 500 millones de pesos que fueron entregados al PRI, durante la campaña electoral de Francisco Labastida.

Pero Aldana es indestructible no sólo por la comprensible solidaridad de su partido, que podría resentir perjuicios mayores a los que ya padece si Aldana, sintiéndose desguarnecido, revela los pormenores de los trasiegos que sacaron cientos de millones de pesos de Pemex y los llevaron al PRI. Desde el año antepasado se beneficia también con el apoyo de Acción Nacional, que al permitir que conserve su inmunidad propicia su impunidad.

El martes 12 el coordinador perredista en la Cámara de Diputados, Pablo Gómez, intentó reactivar el procedimiento contra Aldana, congelado por la complicidad prianista en septiembre de 2003. Esa misma complicidad impidió retomar esta semana un caso en que la Procuraduría General de la República mostró mucho menos interés que en el de López Obrador. La PGR solicitó el desafuero de Aldana (y de Carlos Romero Deschamps) ¡en septiembre de 2002!, y desde entonces se ha despreocupado por el asunto. De ese modo, en menos de una semana en San Lázaro quedó clara la existencia de dos varas y dos medidas: por dizque desobedecer una orden judicial (desobediencia por lo demás indemostrada) que no impidió al particular quejoso obtener la reivindicación de un predio expropiado, al jefe de Gobierno se le privó del fuero (como paso inicial en el proceso de quitarle el cargo para el que fue elegido, e inhabilitarlo para la elección presidencial del año próximo), mientras que por su involucramiento en un saqueo millonario a Pemex y el financiamiento ilegal al PRI se conserva el fuero de Aldana.

En diciembre de 2001, justo al año de iniciado el gobierno de Fox, la Secretaría de...

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