Plaza Pública / Contra la exclusión
| Autor | Miguel Ángel Granados Chapa |
Cincuenta y seis personas, sobresalientes por diversos motivos en la vida pública mexicana, publicaron el lunes pasado un llamamiento a los diputados y a la opinión pública exponiendo los riesgos políticos y sociales que suscitará el desafuero del Jefe del Gobierno del Distrito Federal.
A juzgar por su trayectoria, por sus opiniones expresas y por sus intereses, buen número de ellos, los más probablemente, no votarían por Andrés Manuel López Obrador en el caso de que pudiera figurar en la boleta electoral en la contienda por la Presidencia de la República. Esa circunstancia refuerza su autoridad al expresar su parecer sobre el delicado asunto que está en curso. El mismo efecto tiene el que provengan de los más diversos orígenes ideológicos y políticos, lo que enseña que el desafuero es un asunto más allá de una bandería, la que tan justificada como activamente se manifiesta en estos días.
Algunos de los firmantes tienen por convicción no transitar por los espacios políticos; su papel de protagonistas es de otra especie, de servicio permanente y trascendente a la sociedad. No vacilaron, sin embargo, en unir su nombre, poner el peso de su autoridad en favor de una causa que, si bien gira en torno de un hombre, excede con mucho el interés inmediato y específico de un aspirante político y el de sus partidarios.
En el mensaje, cuyo argumento principal es inclusivo, por la peligrosidad de la exclusión y el exterminio del contrario, se recuerda que "la sociedad fue ganando terreno, paso a paso, a la obstinación autoritaria que durante décadas le escamoteo el derecho a decidir en elecciones libres, limpias y pacíficas. Una aspiración generalizada es construir un régimen fincado en la pluralidad y los acuerdos civilizados que han caracterizado a las transiciones más exitosas.
"Un juego limpio, culminado en las urnas, entre opciones, proyectos y personas diversos es la única garantía de estabilidad y paz social. Estamos en un momento definitorio para el futuro de la democracia, que exige como prioridad fortalecer las instituciones en vez de socavarlas." Si bien no pocos suscriptores del mensaje prefieren mantenerse fuera de los escenarios públicos y eligen preservarse en sus ámbitos privados y aun íntimos, consagrados a la reflexión y la creación alta y profunda, no son ajenos a la realidad, no dejan de saber lo que ocurre en su entorno. Por eso se muestran sensibles, como quienes están en la línea del análisis político sistemático, a "la percepción, fundada en numerosos ejemplos concretos, de que en los últimos años se ha hecho una aplicación selectiva y arbitraria de los criterios de legalidad e ilegalidad al aplicarlos, según la conveniencia, a diversas situaciones".
(Si se tratara de...
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