Plaza Pública / El más defendido

AutorMiguel Ángel Granados Chapa

Carlos Ahumada pasará a la historia de la justicia penal por muchas razones. Una muy relevante es que se trata del reo más defendido de cuantos hayan estado bajo proceso o en trance de ser enjuiciados: Diego Fernández de Cevallos, el eficaz litigante que también trabaja como senador (aunque en los hechos ya no como coordinador de sus compañeros en Xicoténcatl) no asumió su representación jurídica, pero ha jurado por su honor de caballero que impedirá con todo cuanto esté a su alcance que Ahumada sufra atropello alguno. De modo menos vehemente defienden al empresario acusado de fraude los abogados Juan y Antonio Collado, en cuyo directorio de clientes prestigiados cuentan al ex presidente Luis Echeverría y al todavía hermano incómodo Raúl Salinas de Gortari. Pero, sobre todo, Ahumada es defendido activamente por la Procuraduría General de la República, que hasta promociones en su favor hizo ya ante el gobierno capitalino.

Ahumada fue deportado por el gobierno de Cuba el miércoles 28 de abril, dos meses después de su arribo a la isla, con visa de turista por treinta días. Después de que el 10 de marzo se giró una orden de aprehensión en su contra, se expidió también una petición internacional de detención, que fue practicada en La Habana el 30 de marzo. Al día siguiente se presentó una solicitud provisional de extradición, que debía formalizarse en un plazo de 40 días, que concluía el 9 de mayo.

La deportación de Ahumada tomó desprevenidos a casi todos, menos a la Procuraduría General de la República, que recibió al prófugo de la justicia y omitió su entrega inmediata a la autoridad que debía ejecutar la orden de aprehensión emitida por un juez local. Desde que el avión especialmente fletado para trasladar a Ahumada aterrizó a las 16:40, hasta cinco horas más tarde, personal de la PGR sustrajo a Ahumada de toda intervención legal, pues no lo fue la de la procuraduría federal.

Ya se tenía noticia de la buena relación entre Ahumada y la PGR. El 20 de febrero, en vez de que el empresario acudiera a una oficina del ministerio público federal a presentar una denuncia, le fue enviado un agente a que la recibiera, lo que ocurrió en un salón privado del hotel Presidente Intercontinental cuyo alquiler fue pagado por el delegado capitalino del Centro de Investigaciones sobre Seguridad Nacional, Cisen. De tratarse de otra persona, que no guardara una relación especial con la PGR -su titular, el general Rafael Macedo de la Concha, había jugado futbol en las instalaciones de El Independiente semanas atrás, y apareció retratado con Ahumada en ese periódico de su propiedad, echados los brazos recíprocamente sobre los hombros-, la denuncia no hubiera sido recibida siquiera, pues el empresario refirió hechos que...

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