Plaza Pública/ Coquetear con la guerra

AutorMiguel Angel Granados Chapa

Al emprender la reforma constitucional en materia indígena, el Congreso tenía delante de sí una doble tarea: incorporar a la carta de Querétaro los derechos de los pueblos indígenas, y contribuir con ello a la paz. Eran objetivos indisolubles, pues la iniciativa correspondiente fue posible sólo por el levantamiento armado de 1994 y los intentos por resolverlo. Las Cámaras cumplieron su atribución la semana pasada, pero en vez de aportar su cuota al proceso que llevara al diálogo y a la pacificación, echaron leña al fuego. Al privilegiar su propia autonomía, incurrieron en una insensibilidad mezquina y, de plano, inconscientemente o con toda deliberación, coquetean con la guerra.

La respuesta del Congreso Nacional Indígena el viernes, y más peligrosamente la del Ejército Zapatista de Liberación Nacional difundida ayer lunes son la esperable reacción a intolerancia (por insuficiencia) que practicó el Senado el miércoles 25, a la que de modo mecánico, llevada por la prisa de concluir el periodo con ese logro (logro envenenado) se adhirió (en el sentido jurídico estricto, esto es sin examen ni posibilidad de una reacción diferente) la Cámara de Diputados.

Voces cercanas al EZLN habían admitido algún mérito a la reforma, aunque la consideraron "light" o "bonsai", que bien hechecita serviría sin embargo sólo de adorno (Luis Hernández Navarro ante Denise Maerker, en Canal 40). Pero la comandancia indígena fue mucho más contundente. La descalificó por completo, pues "no responde en absoluto a las demandas de los pueblos indios de México". No sólo eso, sino que "traiciona los acuerdos de San Andrés" y la iniciativa cuyo borrador escribió la Cocopa. Y "representa una grave ofensa a los pueblos indios, a la sociedad civil nacional e internacional y a la opinión pública". Por lo tanto, el zapatismo armado rechazó ("desconoce", dice su comunicado) la reforma, que "traiciona las esperanzas de una solución negociada... y revela el divorcio total de la clase política respecto de las demandas populares".

Lo peor es que, al considerar que la reforma "sabotea el incipiente proceso de acercamiento entre el Gobierno federal y el EZLN", el zapatismo suspendió "totalmente" la misión de correo encomendada al arquitecto Fernando Yáñez. De ese modo, "no habrá más contacto entre el Gobierno de Fox y el EZLN" y éste "no retomará el camino del diálogo con el Gobierno federal hasta que sean reconocidos constitucionalmente los derechos y la cultura indígenas" conforme al...

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