Plaza Pública / Conflicto en Oaxaca

AutorMiguel Ángel Granados Chapa

El magisterio oaxaqueño -70 mil miembros de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación- está en paro desde el 22 de mayo, en demanda de mejorías salariales y por lo tanto no tienen clases un millón 300 mil alumnos. Para presionar al renuente gobierno estatal a atender sus demandas, ha realizado no sólo movilizaciones masivas, como la de ayer miércoles, sino que ha bloqueado el acceso a instalaciones federales -como el aeropuerto internacional, el jueves pasado- y locales, como la sede legislativa, que fue asaltada según denunciaron diputados. Grupos de maestros destruyeron parquímetros en el centro de la capital, donde se asientan en un plantón que cubre 50 calles. Ésas y otras acciones han suscitado el comienzo de 36 averiguaciones previas que pueden desembocar en órdenes de aprehensión. Y hay noticias de que mil 500 agentes de la Policía Federal Preventiva llegados del estado de México y acuartelados en Tlacolula, se disponen a desalojar a los paristas, para satisfacer demandas de los prestadores de servicios turísticos de la zona, que han resentido pérdidas millonarias y a pedido del gobierno estatal.

La petición principal de los maestros, que forman parte de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) es la rezonificación, es decir que se les otorguen remuneraciones correspondientes a zona de vida cara. Según los dirigentes magisteriales, eso implica una inversión de mil 400 millones de pesos, de los que la organización propone absorber casi la mitad, 680 millones. El resto correspondería erogarlo a los gobiernos federal y estatal. El primero se ha manifestado ajeno al problema y no ha dicho nada sobre su eventual aportación. La autoridad estatal aduce que ya aportó en los dos años recientes para ese propósito 190 millones de pesos y ofrece 60 más para este año, lo que insatisface por completo a la sección 22.

La demanda de rezonificar se presentó una vez concluida la revisión salarial, que concluyó con un incremento de 5.5 por ciento directo al salario y 1.5 por ciento en prestaciones. La nueva exigencia fue materia de negociación en que intervino directamente el gobernador Ulises Ruiz, pero la mesa de diálogo dejó de funcionar cuando los maestros se aprestaron al plantón que es ya una práctica tradicional. Se inició entonces una escalada en que el magisterio ha acudido a la acción directa a la que el gobierno estatal responde tratando de aislar a los paristas y constituyendo un frente...

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