Plaza Pública/ Agitado agosto
| Autor | Miguel Angel Granados Chapa |
En los tiempos del más acusado y absurdo presidencialismo abusivo, en que la vida política institucional giraba alrededor del omnipotente titular del Ejecutivo, agosto era etapa sosegada: "El Señor se ha retirado a preparar su informe", reportaba la oficina de prensa del Palacio Nacional. Se interrumpían sus actos públicos, y el Presidente no concedía audiencias ni acuerdos. Todo lo más, se dejaba venerar por los campesinos que celebraban su congreso anual en las vísperas de su día, que no era el de la apertura de sesiones del Congreso, como reza la Constitución, sino la fiesta presidencial por excelencia, el día en que los poderes se prosternaban a sus pies, y los miembros de la clase política se aglomeraban en los pasillos palaciegos en ansiosa espera del saludo que, plasmado en una fotografía, inmortalizaría la deferencia caída de lo alto.
Este agosto, en cambio, terminó entre agitados ires y venires políticos. En vez de reposo consagrado a la reflexión que fluya en su mensaje de esta tarde, el presidente Fox se reunió con los gobernadores estatales y, por primera vez, con los dirigentes de todos los partidos políticos. Estos, a su vez, con la excepción del PAN, sostuvieron un encuentro que convocó el PRD. Dentro del PRI afloraron resabios de un pasado remoto y de apenas ayer. Y en la calle, decenas de miles de personas reclaman su derecho de hacerse oír: ya frente a la Cámara de Diputados (que no pudo nombrar una mesa directiva y se esforzará por hacerlo antes del jueves próximo), ya camino al Zócalo, en la expresión popular de necesidades que no siempre se manifiestan en los círculos formales de la política.
La agitación de agosto comenzó con una doble toma de posición de Elba Esther Gordillo. En una entrevista con Reforma, publicada el lunes 5, la secretaria general del PRI denunció a "muchos labastidistas" que apuestan al fracaso del presidente Fox; y se proclamó amiga suya. El jueves siguiente se percibió en qué medida lo es: la lideresa real del sindicato de maestros fue la protagonista del acto en que se firmó el Compromiso social por la calidad de la educación. El propio presidente Fox, que la sentó a su lado sin causa formal para ello, hizo saber que sin ella ese acuerdo no hubiera sido posible. La ostentó así como autora del acercamiento entre la Secretaría de Educación Pública y el SNTE. No transcurriría mucho tiempo para que se supiera que esa capacidad promotora, esa línea de acción de la profesora no se limitaba a la educación. El 21 de agosto la secretaria priista y el líder de su partido fueron recibidos en Los Pinos. Sin que ese componente de la reunión se anunciara previamente, estuvieron allí también los dirigentes de Acción Nacional. Se produjo así la primera aproximación formal de esos dos partidos, con el gobierno, en pos de conseguir una mayoría que haga posible la reforma constitucional en materia eléctrica. Y en medio de todos ellos, la profesora Gordillo.
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