'Las plantas y el terreno ... todo se fue a pique'

AutorJorge Ricardo

MACUSPANA.- "Estas hojitas de aquí son de caoba y tinto, ya estaban listas para sembrar y se perdió todo", dijo Guadalupe López Velázquez, un campesino en las afueras de Tepetitán, la villa de 500 casas donde nació López Obrador, mientras señalaba unas ramas que se agitaban en el caudal desbordado del río de Tulijá.

"Todo lo de Sembrando Vida, todas las plantas, todo el sistema de riego, las semillas y el terreno, todo se fue a pique, todo se perdió", insistió, como si volviera a mirar por primera vez lo que ha visto desde desde hace más de una semana en la Comunidad de Aprendizaje Campesino (CAC) "El Chiflón".

A un metro bajo el agua, los pies tropezaban con las miles de bolsitas de plantas del programa de siembra de árboles frutales y maderables que apoya con 5 mil pesos mensuales a los campesinos con 2.5 hectáreas de tierra. Guadalupe metió la mano al caudal del río y sacó una planta en su bolsa de plástico chorreando agua. "Prácticamente esto ya está ahogado, ya no sirve".

Las inundaciones de Tabasco, causadas por el mal manejo del desfogue de las presas de la CFE y por las intensas lluvias, no sólo sepultaron las casas y el patrimonio de los habitantes, también destrozaron uno de los programas consentidos del Presidente López Obrador: Sembrando Vida, que en esa entidad registraba 141 mil 160 hectáreas y más de 56 mil sembradores. Una inversión de más 280 millones de pesos en conjunto al mes, sólo en Tabasco. El Presidente lo planeó para frenar la migración hacia el norte. Además, emplea a los becarios del programa Jóvenes Construyendo el Futuro.

"Todas las plantas se murieron. De hecho le iban a avisar al ingeniero si iban a traer más, porque se fueron carretillas, azufre, todo, pues. Las plantas y todo", dijo Guadalupe, de 15 años.

"Mis primos son becarios y se suspendió el trabajo, porque se fueron todos al agua y ya no se pudo rescatar nada", precisó.

En Tabasco la población sigue atrapada por el agua, sin ayuda para salir de las azoteas de sus casas o para llevarse a sus animales. Muchos lamentan además la pérdida de las 12 mil 567 hectáreas que iban a sembrarse en Macuspana, según el registro de beneficiarios de la Secretaría de Bienestar, o las 4 mil 700 en Nacajuca, o las 4 mil 700 en Centla. Dan por hecho que todo se fue al agua.

"Teníamos como 50 mil plantitas ahí y todo se fue al agua y todo se perdió: plantas solares, bomba eléctrica, el sistema de riego. Yo tenía como 50 matas de aguacate, ¿qué voy a sacar? Nos llegó el...

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