Rebanadas/ Los placeres de la carne...

AutorCony De Lantal

El Iannilli del Barrio Antiguo ya tiene un hermanito argentino que lleva por nombre Che Porteño. Ambos restaurantes cuentan con entradas independientes, uno por Dr. Coss y el otro por la calle Padre Jardón, pero se unen en la parte de atrás por un lúgubre pasadizo. ¿Para qué? No sé, porque ni siquiera están integrados. Supongo que alguna utilidad le encontrarían ellos.

Seguramente te acuerdas de aquel legendario restaurante Villa Rica, bueno, pues este Che se instaló precisamente en ese local, que quedó que ni mandado a hacer para conectar con el Iannilli, así es que lo conectaron.

El Che Porteño nace de la asociación de Raquel Iannilli con una pareja de argentinos, Jorge García y su esposa Mirta Cianfagna, quienes le dieron una muy buena manita de gato a esa vieja casa que el Villa Rica, en sus últimas, ya tenía hecha un muladar.

La verdad es que la dejaron bien paradita, respetando la arquitectura y hasta los pisos originales. Por su propia construcción, al estilo de antaño, esta casona está llena de recovecos y rincones íntimos que, a media luz, con un buen vinito y un tango de fondo, se vuelven escenarios idóneos para exacerbar los sentidos y una que otra cosita más. Para no desaprovechar tales variantes, yo pedí ipso facto la carta de vinos, con la esperanza de que mi marido saliera de su letargo habitual y se le viera algún fugaz chispazo de romanticismo.

Me salió peor porque estaba muerto de risa con las frases que traía el menú. Rezaba textualmente "Y Dios dijo al hombre: Te doy la vid para que conozcas la alegría" .- Biblia.

Yo le decía: "Ya ves, por mandato divino necesitas una copita para que se te quite lo amargado", pero el muy taimado me salió con la cantaleta de "hazme favor, ¿dónde dice eso en la Biblia?".

Trae otra que dice "¡El vino está vivo! Cuando lo ofreces a tus amigos les ofreces vida". Menos mal que ésa no se la atribuyeron a la Biblia, la dejaron anónima.

En la mesa de al lado, las cuatro damas que la ocupaban estaban indignadas con semejante "sacrilegio". Igualmente cuestionaban que la Biblia contuviera tal pasaje.

Yo, como me confieso no muy erudita en la materia, mejor me abstengo de opinar, quién quite y a lo mejor en algún rincón de sus Sagradas Escrituras realmente Nuestro Señor sí nos dejó el mensaje de que una al año no hace daño...

Bueno, pues mis lujuriosas elucubraciones se derrumbaron, pero de todas maneras disfruté de los placeres de la carne, la que me sirvieron en forma de churrasco.

Obviamente, tuve...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR