Placeres en avándaro

AutorAnaline Cedillo

AVÁNDARO, Estado de México.- Al escuchar "Avándaro" es inevitable recordar el legendario festival que en 1971 reunió a miles de jóvenes en torno al rock nacional. Sin embargo, hoy en día el llamado lugar de ensueño en purépecha también hace pensar en naturaleza, descanso, golf y lujo.

Situado a menos de dos horas en auto desde la Ciudad de México y a 15 minutos de Valle de Bravo, Avándaro es difícil de concebir sin el Woodstock mexicano,

pero también sin el icónico Hotel Avándaro, un resort que hace más de 55 años comenzó como un lugar de descanso familiar y que hasta ahora se mantiene como una alternativa consentida para escapar del DF.

En el camino hacia el complejo, los viajeros pasan frente a varias tiendas especializadas en venta de equipo para deportes de aventura y actividades al aire libre: ciclismo de montaña, motocross, equitación, veleo, parapente, golf, tenis o pádel son algunos de los pasatiempos de quienes visitan esta zona.

"Aquí hay historia, aquí hay vivencias, Valle es esto, lo demás son cosas nuevas, todo es hechizo. Hay lugares muy bonitos, pero este lugar fue el pionero", cuenta Renata Chaín, una de las propietarias y creadoras del concepto de Hotel Avándaro y Rancho Avándaro, la otra parte del proyecto, que combina un desarrollo inmobiliario con campo de golf privado. "No había nada en todo Valle de Bravo, había esto y tres casas en el lago".

El hotel recién estrenó la primera fase de remodelación de sus 75 habitaciones, donde destaca la incorporación de elementos más orgánicos: piso de madera en vez de alfombra, ladrillos expuestos, textiles frescos, edredones hipoalergénicos y chimeneas de gas.

La cocina también vive un proceso de transformación: apuesta por platillos modernos, sin perder el toque regional que los huéspedes buscan, como preparaciones con base en alcachofas y trufas. Un nuevo menú estará disponible a mediados de julio, cuenta Geoffrey Verdonck, chef ejecutivo del hotel.

"La presentación es muy importante, cuando llega el plato los ojos son los primeros que comen, pero también intentamos un poco, entre el sous chef y yo, platos mexicanos pero con una técnica europea, hacer un poco más de cocina fusión", explica el cocinero nacido en Bélgica y formado en Valencia.

Cualquier fin de semana, además de una clase de hata yoga, o una caminata de aproximadamente una hora hacia la cascada Velo de Novia, una de las mejores formas de arrancar la mañana en Avándaro es una clase de golf para principiantes con el...

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