En los pits / Porsche, Mark Webber y Le Mans

AutorRoberto Ramírez

Ningún fabricante de autos deportivos ha dado tanto de que hablar y escribir como Porsche este año.

La firma de Stuttgart se ha mantenido en el centro de la atención con los 50 años de su emblemático 911, con los lanzamientos de su nuevo superdeportivos, el 918 Spyder, el nuevo 911 Turbo, de su nuevo crossover compacto, el Macan, y con el anuncio de su regreso a las 24 Horas de Le Mans, para lo que ha fabricado un nuevo y avanzado prototipo LMP1 y contrató, creo atinadamente, al ahora ex piloto de F1, Mark Webber, quien apenas hace 2 semanas se bajó de su RB9 y ya se subió a probar el bólido con el que Porsche intentará recuperar su rol protagónico en Le Mans.

En febrero del año pasado conocí a Mark Webber en Jerez de la Frontera, España. El invierno europeo es muy condescendiente en el sur de la península ibérica, así que cada año los equipos de Fórmula Uno llevan sus tropas a Jerez para probar sus nuevos autos, y ahí estaba yo con Infinity Red Bull Racing para presenciar el debut del RB8, bólido con el que Vettel y Red Bull lograron su tercer campeonato mundial.

Alto y espigado como es, Webber cruzó la puerta detrás de la que más de una decena de periodistas le esperábamos, se sentó en una mesa frente a todos nosotros, sonrió y saludó amablemente y comenzaron las preguntas.

La primera impresión que me dio el australiano es que es un piloto maduro y seguro de sí mismo, a diferencia de muchos de los pilotos jóvenes de la Fórmula Uno actual, Webber te mira a los ojos, da respuestas directas y no se rasca con el dedo la cabeza, las orejas o la nariz mientras contesta. Parece ser de esos pilotos de antes, un auténtico corredor de autos y un caballero.

Además de ser rápido y combativo en la pista, buen calificador y mal arrancador, el nuevo piloto de Porsche es de los más en forma en el mundo, una condición ideal para una carrera de un día de duración. Con las arrancadas no tendrá problema porque en Le Mans y en el WEC se arranca en movimiento.

A la sombra de Vettel, en Red Bull Webber estuvo condenado a ser segundo piloto. ¡Nada mal para un segundo...

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