Pitaya: Exótica y suculenta
| Autor | Wendy Pérez |
Fotos: Georgina Martínez
Si existe un fruto netamente mexicano que representa a la perfección aquel dicho de que 'las apariencias engañan', es la pitaya.
Este producto proveniente de una cactácea es el actor principal de unas de las tradiciones más coloridas de esta ciudad, que cada año entre abril y junio, ve ir y venir a los pitayeros con sus enormes canastas a la cabeza repletas de esta colorida tentación.
A su espinosa apariencia se contrapone su dulce y jugosa pulpa repleta de proteínas y antioxidantes, que en menos de 12 días dejará de disfrutar en puntos como las Nueve Esquinas de Guadalajara; en Zapopan, junto al Hospital Psiquiátrico San Juan de Dios; en la Carretera a Tesistán, en la Colonia Arcos Zapopan, y en varios supermercados locales.
Ante tan tentadora oportunidad gastronómica es bueno resaltar aún más el gran tesoro que se encuentra depositado en su sabor y que hace de las suyas en cocinas mundiales donde la consideran un alimento exótico.
"Existen varias razones que justifican su adjetivo de exótica, ya que en primer lugar es poco conocida, es además un producto noble pues se produce en época seca, y finalmente no se da en los mercados internacionales, lo que la hace atractiva para Estados Unidos y Europa donde lo utilizan para decorar platillos o bebidas", explica Eulogio Pimienta Barrios, profesor investigador del Departamento de Ecología de la Universidad Autónoma de Guadalajara y miembro del Sistema Nacional de Investigadores.
La gran fortuna de producir este alimento de uso prehispánico la tienen estados ubicados en las zonas semiáridas del país, desde Sonora hasta Oaxaca, incluso llega a encontrarse en partes de Sudamérica.
"Si hay algo por lo cual Jalisco se tiene que enorgullecer es por ser la punta de lanza a nivel mundial de la domesticación de esta especie efectuada por los habitantes de la Cuenca de Sayula", agrega.
"Los agricultores sin ningún apoyo del gobierno efectuaron un proceso de selección de los 'pitayales' que daban frutos más dulces y hicieron la posterior 'cruza' entre los mismos para reforzar estas características".
Con el anterior impulso, además de mutaciones espontáneas de la propia planta, su variedad se ha enriquecido dando lugar a varios tamaños y colores que bien lucen en cualquier preparación.
En el libro "El Pitayo en Jalisco y Especies Afines en México", editado por la UdeG, el mismo investigador expone las variantes existentes que llegan fácilmente a las manos caseras.
Sobresale la...
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