Pisando el Area/ Todo se puede

AutorReynaldo Márquez

En los años setentas unos cuantos controlaban el futbol mexicano. Gracias a ellos creció y se convirtió en un gran negocio donde muchos han incursionado por diferentes causas, entre ellas el puro gusto. Algunos empresarios, que nada tenían que ver con el giro, le entraron también y les picó el gusanito de tal forma, que ahí siguen.

A finales de los ochenta, en la época de Rafael del Castillo hacían cosas tan extrañas como falsificar actas de nacimiento de jugadores para participar en competencias de edad restringida. La trampa exhibió a México a nivel mundial y en castigo no se asistió a Italia 90.

La trampa en el futbol mexicano sigue siendo burda, para nada se han sofisticado. La chapuza y la transa siguen brotando y sería mucho pedirle a los directivos que fuesen más inteligentes para hacer sus enjuagues. Peras al olmo.

Por eso en la actualidad se puede comprar conciencias de directivos a buen precio como para que un equipo no se vaya al descenso. Se disfraza de "promoción" pero no se pagan (hasta este momento) los tres millones de dólares que mantuvieron al Atlante en Primera.

Se puede comprarle a la FMF los derechos de comercialización del Tri y luego vendérselos, bien vendidos (en 25 millones de dólares), a la misma FMF y aparte hacerle el favor al vendedor de quitarle de encima un "elefante blanco" con nombre de caballo alado.

Se pueden rebautizar los torneos y aunque no tienen idea de cuándo es la Apertura de un año y cuándo la Clausura, le ponen un "apellido" de una marca comercial, a cambio de poco más de 2 millones de dólares, destinado a un rubro tan vago como "promoción del futbol juvenil".

Se pueden autorizar plazas nuevas para jugar, aunque no tengan estadios...

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