Pisando el Área / El juego del hombre

AutorReynaldo Márquez

Los Rayados no jugaron al pelotazo como bien afirma Miguel Herrera, refiriéndose al Clásico del sábado por la noche, pero si analizáramos bien qué hizo el Monterrey con la pelota cuando la tuvo, veríamos que fue bien poco.

Usted puede recordar en el primer tiempo un disparo de zurda de Ricardo Martínez Trimmer que se fue alto, pero buscaba el ángulo del arco defendido por Rodríguez; un tiro en la segunda parte de Luis Pérez que tapa la zaga y... ¡ya! ésa fue la producción ofensiva del equipo albiazul en todo el partido. Lo demás fueron algunos centros (medidos u "ollazos", da lo mismo) que controló la defensa felina.

Eso fue lo que hizo Rayados, hasta que entró Oribe Peralta, quien produjo en 10 minutos más que todo el cuadro albiazul en 80: un disparo a puerta que controla sin dificultades Rogelio, un frentazo que entrega también donde estaba el portero felino y el gol, donde anticipa a la zaga.

Entendemos que Rayados trabaja mucho mejor la elaboración de su ofensiva, y prefieren tener el esférico que arriesgarlo sin sentido, pero sí pudo percibirse que o respetaron de más al rival o aunque quisieron, no pudieron generar el futbol suficiente para ganar el partido.

Vamos a ver si pueden sobreponerse a los imponderables que han venido enfrentando como es la baja de Arellano y ahora de Franco.

Por cierto, nada raro sería que a Arellano lo estuviesen guardando por precaución. Para haber sido de manera natural, demasiado rápida resultó aquella recuperación que lo puso muy pronto de regreso en la cancha, sobre todo porque luego le aparece un problema de tiroides. No decimos que así haya sido, pero podría hacer pensar que fue recuperado de manera artificial y ello represente un riesgo si lo ponen a jugar y le toca...

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