Pintura a fuego lento

AutorBrenda Sánchez

No hay mejor tiempo para crear que el del propio artista. Prueba de ello es la exitosa carrera de María Concepción Rivera Valenzuela (El Rosario, Sinaloa, 1969), mejor conocida como Conchita Rivera.

Para la artista plástica, lo mejor es trabajar cada pieza al tiempo que ésta le dicte. Aunque asegura que la perseverancia y disciplina son fundamentales, ella ha encontrado su camino lejos de las prisas y de la lógica de producción rápida.

Entre 2005 y 2006, relata, tuvo una racha afortunada en la que participó en diferentes concursos y ganó reconocimientos como el Premio Nacional de Pintura José Atanasio Monroy.

Entonces, hubo quienes le aconsejaron aprovechar "su momento" y producir más, vender más, buscar más espacios para sacarles provecho, sin embargo ella se siente cómoda dentro de su taller, creando y esperando a que llegue el momento para exponer cada cuadro.

"Mi proceso es poco a poco, va germinando. Tú eres tu tierra y hay una semilla que se siembra cuando ves una obra en un museo y eso como que va germinando otra planta y esa es la influencia que vas recibiendo de otros, pero no porque tú quieras ser como ellos (...) Yo lo veo y lo digiero, se va diluyendo y se va como entretejiendo con lo mío. Luego, a lo mejor va a surgir en cinco, siete, diez años y ni siquiera es consciente, pienso".

Conchita recuerda sus inicios en la pintura, cuando tenía 23 años, y reconoce que en su andar ha habido quienes no la han tomado en serio por ser mujer, incluso hubo quienes le reclamaron cuando ganó premios. Sin embargo, ha aprendido a hacer eso a un lado y seguir su vocación.

"Entre mujeres he recibido más (reclamos). Tal vez entre nosotras somos más duras, nos exigimos más, competimos. Antes no lo entendía, pero aprendes a vivir con eso y decir bueno, entiendo y cada quien tiene su proceso y sus exigencias".

En 1995 fue colaboradora en el taller de Alejandro Colunga y después trabajó en el de Sergio Garval, con quien se casó. Aunque hubo temporadas en las que era más conocida por ello, que por su propia obra, Conchita opina que su trabajo es el que...

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