'Pinta' Mónica Lavín el deseo en su novela

AutorDiana Gutiérrez

El erotismo, para la escritora Mónica Lavín (Ciudad de México, 1955), mitiga la soledad; además es una manera humana de sublimar la condición mortal y atenuar la fragilidad que a los amantes abruma.

"El deseo de fusionarse con otro amorosamente, lo cual siempre puede ser fugaz, es una manera de paliar la soledad de la que estamos llenos. El erotismo es una manera muy clara de hablar de la soledad, es ser fugazmente de otra manera", dice Lavín, quien despliega el tema en su nueva novela Hotel Limbo, editada por Alfaguara.

Sara Martínez es una mujer divorciada que dedica su tiempo a dar clases de oratoria. Entre sus alumnos se encuentra Alguien, un joven 20 años menor, y que ha incentivado en Sara el deseo de reencontrarlo en el siguiente curso, a desarrollarse en una ciudad costeña cercana a un volcán, para entablar una relación más íntima con él.

"Siempre inventamos otras formas para que la vida tenga sentido, inventamos la belleza y el acto de compartirla", comenta la también profesora de la Escuela de Escritores de la Sociedad General de Escritores de México (SOGEM).

Lavín elude imponer un género a su obra y, en su afán, niega que se trate de una novela erótica, pero admite que la historia rezuma sensualidad.

Darío es un artista y pinta desnudos femeninos. El único cuerpo resistible a su lienzo ha sido el de Marcia, su propia mujer, pues el deseo de lo alcanzable siempre batía al de eternizarla en óleo. Procrearon un niño y la madre huyó con él. Ahora, el pintor habita en la ciudad costeña con la ilusión de hallar a su hijo.

"Es una novela de las soledades y los desencuentros, de la espera. (La escritora) Nadine Gordimer dice que 'hacer el amor es compartir el peso del mundo'. Cuando nos enamoramos, nos apropiamos del otro y de lo que el otro quiere que seamos", opina la autora de Café cortado.

Los personajes se hospedan en "el limbo" y experimentan un estado de expectación que les impide encontrarse con lo querido, pero sí, azarosamente, con los demás.

"Tienen distintas maneras de aferrarse a la vida a través del encuentro con el otro. Es una historia de la búsqueda de la belleza porque es una manera de arreglar las fisuras".

Texto pictórico

A la par de los desencuentros entre los protagonistas de Hotel Limbo corren paralelas las historias de los pintores y sus modelos, tales como Modigliani, Praxíteles, Man Ray y Toulouse-Lautrec.

El desafío formal de la narradora era convertir al lector en el espectador que contempla una pintura...

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