Las Cabañas de Los Pinos: Remodelación 'fast track'
| Autor | Fernando del Collado y Armando Talamantes |
La imagen lo vale. Sonrientes, mirándose el uno al otro de fijo y tomados de la mano, Vicente Fox y Marta Sahagún aparecen en la solapa del forro que cubre la pasta dura de Los Pinos, ésta es tu casa, el libro de Agueda editores que se imprimió en agosto de 2002, gracias al patrocinio del Grupo Estrella Blanca.
Al pie de la fotografía, enmarcada con un fondo de color mamey oscuro, se resalta la cita firmada por la feliz pareja:
"El cambio que vivimos el 2 de julio de 2000 comienza por nuestra casa, que hoy es tu casa...".
Y por su casa empezaron...
Ciertamente, el primer "cambio" hecho por Vicente Fox fue la remodelación de las cabañas presidenciales. A sólo 18 días de haber tomado la silla presidencial, el gobierno del cambio ya había destinado una partida presupuestal de más de 6 millones de pesos para la remodelación de las cabañas 1 y 2 de Los Pinos, según el oficio 311-A-9012, emitido el 19 de diciembre de 2000 por la Secretaría de Hacienda.
A Fox le urgía ese cambio. Era una exigencia y así fueron sus instrucciones. Un día después de aprobado el presupuesto, el 20 de diciembre, el entonces coordinador de adquisiciones de la Oficina de la Presidencia, Alberto Ordóñez Benítez, firmó contrato de obra pública a favor del arquitecto Humberto Artigas del Olmo, con el número de clave AD-269-00.
La obra contratada era la remodelación de ambas cabañas, ubicadas en las antiguas caballerizas de lo que antes de ser Los Pinos fue la vieja casona del rancho de La Hormiga, en Molino del Rey, a un costado del Bosque de Chapultepec.
En ese mismo contrato, en poder de Enfoque, se exigía la terminación total de la remodelación de las dos cabañas, que habría de ocupar el futuro matrimonio Fox y su hija Ana Cristina en un tiempo récord: 11 días.
"El contratista se obliga a iniciar la obra objeto de este contrato el día 20 de diciembre del año 2000 y a terminarla el día 31 de diciembre del año 2000, de conformidad con el programa oficial de obra", se estableció en su cláusula tercera.
El costo se estipuló en 6 millones 336 mil quinientos pesos.
Y en 11 días de trabajo, la Presidencia le demandó al arquitecto Artigas -el mismo al que se le adjudicó la compra del menaje y la lencería, cuyos gastos en toallas alcanzaron los 4 mil pesos- la transformación radical de las cabañas.
Según se desprende de los anexos 1 y 2 del contrato de remodelación, el inmueble sería sometido a trabajos estructurales como la nivelación del terreno, el levantamiento topográfico...
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