A los pies de la fe

AutorMariana Figueroa

"Es una bendición y un honor. Uno no se lo merece", expresó conmovido Ricardo Segovia, de 29 años, quien ayer encarnó a uno de los 12 apóstoles durante la celebración de La Ultima Cena y el Lavatorio de Pies en la misa de Jueves Santo, en la Catedral.

El fue parte de la docena de jóvenes pertenecientes al Centro de Rehabilitación La Rosa a quienes el Cardenal Adolfo Suárez Rivera lavó los pies durante la celebración eucarística.

"Esto te hace reflexionar en el misterio de la Santa Misa", comentó el vecino de la Colonia Las Torres, "se siente bonito porque un ser humano te besa los pies y, pues, te hace ver lo que significa la Eucaristía, en la que nuestro Señor Jesucristo se entregó completo".

El voluntario en el centro fue partícipe de la recreación del gesto de humildad que realizó Jesús al desatar las sandalias de sus más cercanos seguidores para lavarles los pies, junto con dos adictos en recuperación, seis colaboradores voluntarios, dos personas del programa de superación y el Hermano Jesús Lares, director del centro de internamiento.

Los "apóstoles" que participaron en el Lavatorio, además de Lares y Segovia, fueron Daniel Pale, Juan Carlos Estrella, Humberto Salazar, Aureliano Dávila, Omar Tolentino, Jesús Leos, Juan José Cerda, Alfredo Cortés, Jorge García y Fidencio Valdés.

El Padre Felipe Sánchez, Subecónomo de la Arquidiócesis, ofreció un mensaje a los integrantes del centro.

"Vivir una vida alejada de los vicios y acercada más a Dios. Es esta inspiración la que mueve a los que forman esta gran familia, ésta es la vida eterna, dice el Señor, que me conozcan a mí, único Dios verdadero. Gracias, muchachos, por compartir la victoria de Cristo en sus vidas", dijo el sacerdote ante una Catedral abarrotada de feligreses.

Al igual que en todas las iglesias cristianas, en la Catedral se conmemoró además, a través de La Ultima Cena, el pasaje histórico en el que Jesús invita a los apóstoles a compartir el pan y el vino -su carne y sangre-, como símbolo de la alianza entre Dios y su pueblo.

Fue por eso que luego de lavar los pies de sus hermanos, Suárez Rivera repartió panes a cada uno de los jóvenes con el deseo de que nunca les falte el pan, físico y espiritual, en sus hogares.

El Cardenal, quien dejará su cargo episcopal el 28 de abril a su sucesor, Monseñor Francisco Robles Ortega, oró por los congregados en la misa.

"Acuérdate, Señor, de tus hijos y de todos los aquí reunidos, cuya fe y entrega bien conoces, por ellos y todos los...

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