Pierden batalla contra la lluvia
| Autor | Renata González |
Enviada
LEÓN.- El dios Tláloc no quería oír cantar a Plácido Domingo, y luego de mandarle truenos, relámpagos, una copiosa lluvia y hasta granizo, consiguió echarlo del Lago del Parque Explora de León, donde ofrecía un concierto la noche del viernes.
Había concluido ya la primera etapa del recital, en la que tanto el tenor como la soprano Olivia Gorra habían interpretado arias de óperas, como "O Soverain", de Le Cid, con la cual arrancó la presentación; "Una Voce poco Fa", de El Barbero de Sevilla; "Je Veux Vivre", de Romeo y Julieta, o "Giá Nella Notte Densa", de Otelo.
Luego de 10 minutos de receso, el programa seguía su marcha, ahora con la segunda parte, consistente en música popular. Ya habían pasado los primeros tres temas del nuevo bloque, "Alborada", "Contigo en la Distancia" y "Te Quiero, Dijiste", que, por cierto, fueron de los más aplaudidos de la noche, cuando el cielo empezó a avisar de que el show debía terminar de inmediato.
Primero fueron los truenos, que por momentos desconcentraban a los cerca de 5 mil asistentes, entre ellos el Presidente Vicente Fox y su esposa, Marta Sahagún, quienes no sabían si corear temas como "Así" o, mejor, empezar a buscar el paraguas.
Como nadie terminaba por decidirse, entonces el Dios de la Lluvia optó por iluminar el cielo con sus relámpagos, mientras los temas más conocidos de María Greever intentaban acallar la furia climática.
Algunas personas comprendieron el mensaje y empezaron a abandonar el Parque, aun con la memorable interpretación de Domingo del clásico "Júrame", que fue la canción más ovacionada de la noche.
El propio tenor reaccionó ante el imprevisto y, al terminar el tema, pidió al público que esperara un minuto, a ver si terminaba la lluvia.
"Queremos continuar, pero si llueve, los instrumentos se dañan. Ése es el único problema que tenemos. Después de esto íbamos a traer al mariachi. ¿Por qué no lo traemos, a ver si mientras escampa y así la orquesta protege sus instrumentos?", explicó Domingo.
Acto seguido apareció el mariachi para prender de inmediato a la gente, que aplaudió y aplaudió, ya fuera con el paraguas o el programa en la mano, o bien ya con impermeables cubriéndoles los cuerpos.
Y entre estrofa y estrofa de "Paloma Querida" y "Serenata Tapatía", el público que quedaba en el lugar, poco más de la mitad, exclamaba: "¿dónde está el tequila?", "a ver si viene más seguido, para que llueva" o "¡bravo!".
Pasaban las 22:00 horas, y justo con "Caminos de Guanajuato" no...
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