Pierde a su cómplice

AutorJuan Carlos García

A Paulo Lauría se le fue un amigo, un hermano, un cómplice, un compañero de vida, un camarada, con la partida de Fernando del Solar.

Lauría, quien fuera esposo de Lidia Ávila (OV7), con quien procreó a su primogénita, Sophia, fallecida a los pocos meses, recordó que ambos llegaron de Argentina a Ciudad de México en 1996 y fueron "roomies" por varios años.

"No he parado de llorar con su partida, pero celebro que vivió al máximo y que estuvo muy en paz con él mismo. Él llegó en julio del 96 y yo en octubre, y nos conocimos. Hacíamos castings de modelos.

"Nos la pasamos muchísimo tiempo juntos, estábamos 24 horas al día juntos. Casualmente, en esa temporada, su hermana, Romina, y mi hermana, Sol, que iban en la misma prepa, se graduaron y no pudimos estar con ellas. Casualmente estudiaron juntas, pero nosotros nos conocimos acá", contó Lauría, en entrevista.

Y desde entonces, la amistad que sembraron fue cultivada y floreció al grado de ser inseparables y confidentes. Se decían entre ellos "Cabeza" y "Cabezota", de cariño.

Cuando el conductor de TV, quien falleció este jueves por complicaciones de neumonía, fue diagnosticado con cáncer y durante casi una década batalló arduamente contra la enfermedad, su amigo estuvo al pie del cañón con él.

Lauría fue representante tanto de Del Solar como de su entonces esposa, Ingrid Coronado, madre de sus dos hijos. Aquella situación fue difícil para ambos.

"Recuerdo que cuando Ingrid y el 'Cabeza' se separaron, nos fuimos a vivir juntos. Estuvimos un año compartiendo casa. Fuimos cómplices en todo, en nuestros matrimonios, nuestros divorcios, cuando nacieron nuestros hijos.

Comentó que para recibir el Año Nuevo del 2014 tuvo una crisis emocional tan fuerte que tuvo que acompañarlo durante tres meses para no dejarlo solo.

"(El cáncer) Es una enfermedad horrible, y lo hizo ir por muchas altas y bajas. Me llamó en Año Nuevo, yo estaba en Cancún, y me dijo que no podía más, que se daba por vencido, y me quise ir en el momento y no había manera. Tuve que venir en autobús a Ciudad de México porque no había vuelo.

"Estuvo en crisis por unos tres meses, me la pasé con él en Cuernavaca y lo vi reponerse poco a poco. Siempre tuvo una fuerza extra en su corazón".

Paulo Lauría comentó que cuando Lidia Ávila y él...

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