Piedra de Toque / ¿Otro paÃs?
Autor | Mario Vargas Llosa |
Este fin de semana estuve recorriendo algunos de ellos y tuve la sensación de un Perú distinto, bien encaminado, dispuesto al fin a sacudirse las taras del subdesarrollo.
Como la falta de agua es el drama tradicional de la costa peruana, el riego en casi todas estas plantaciones se hace por goteo y los pozos han sido construidos, por lo menos muchos de ellos, con asesoría de técnicos israelíes.
Cultivan cítricos, uvas, espárragos, tangelos, alcachofas, paltas y paprika, de la que el Perú, debido a la catástrofe que ha significado para Zimbabwe la política del dictador Mugabe, ha pasado a ser ahora el primer productor mundial.
Llama la atención la alta tecnología que regula el funcionamiento de estas tierras, en las que, desde la entrada, es preciso desinfectar los zapatos y las llantas de los vehículos, jabonarse las manos, y donde por doquier hay basureros clasificados ecológicamente: papeles, plástico, vidrio.
En las instalaciones donde se empaqueta, cataloga, congela y embarca los productos en los contenedores que van al puerto del Callao todo es tan pulcro y ordenado que uno se creería en un laboratorio suizo.
"Tanta limpieza y escrúpulo es para que no nos saquen del mercado nuestros compradores europeos y norteamericanos", me explica uno de los ingenieros.
En efecto, los fundos reciben periódicas visitas de inspectores ingleses, canadienses, estadounidenses, chinos, etcétera, que vienen a verificar si los productores locales respetan los requisitos estipulados para el cultivo por los supermercados y cadenas comerciales que los adquieren, y, asimismo, que no haya trabajo infantil y que los salarios y condiciones laborales -horas de trabajo, seguros, baños, movilidad, alimentación- se ajusten a los patrones internacionales.
En medio de toda esta modernidad, un detalle pintoresco y tradicional: en uno de los fundos que visité, como los compradores ingleses no aceptan que se utilice pesticidas contra los pájaros que vienen a picotear las parras, se recurre a la cetrería para realizar esta tarea.
Maestros cetreros sueltan a halcones adiestrados que sobrevuelan los campos espantando a las aves. En otros lugares se las ahuyenta con cañoncitos que sólo disparan explosiones de ruido.
Gracias a la agro-exportación, Ica es probablemente el único departamento del Perú que goza de pleno empleo. Y, en épocas de recolección y cosecha, los agricultores deben a veces contratar la mano de obra en lugares tan apartados como Ayacucho o Apurímac, en los...
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