Al pie del cañón

La historia cuenta que en la Batalla de Puebla de 1862 los mexicanos vencieron al imponente Ejército francés; en la edición de 2015, ambos bandos salieron triunfadores.

En la representación número 85 no corrió la sangre, sino el pulque, las micheladas y las caguamas que igual pasaban por bocas mexicanas que 'francesas'.

El guaje que contenía el pulmón, un curado de frutas cuyo sabor iba entre el tepache y un jugo antigripal, pasó de manos mexicanas a 'extranjeras'.

"Chíngale un trago, si no, me cae que te lo echo encima", amenazó un zacapoaxtla.

A un costado de la Plaza del Carmen, donde año con año se lleva a cabo una representación del enfrentamiento entre galos y zacapoaxtlas, la detonación de los cañones, recreación de las armas que utilizaron en la batalla original, tenía una explosión capaz de estremecer a los presentes.

"Ahí va el cañón, putos, ahí les va, dame chance cabrón, que si no te vuelo una pata", gritaron los del bando mexicano.

Tras el estallido, los soldados aprovecharon el humo de la pólvora quemada y salieron disparados para darse empujones con sus contrarios; los menos afortunados eran pillados por sus enemigos y como castigo perdía la cabellera en vez de la vida.

Con tijeras de pollero, peluquero y hasta...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR