Le piden identificar a hijo sólo con foto

El 9 de mayo del 2018, un día antes de la marcha de madres de personas desaparecidas en la Ciudad de México, Irma Leticia Hidalgo Rea acudió a la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas para pedir acompañamiento e ir a la SEIDO para recibir avances de la averiguación sobre la desaparición de su hijo Roy Rivera Hidalgo.

El joven, estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras de la UANL, fue secuestrado por personas uniformadas como policías el 11 de enero del 2011 en su casa en Escobedo, Nuevo León.

Claudia Anaya, asesora jurídica de la CEAV, recibió a Leticia y, al revisar su expediente, encontró un oficio del 2013 en el que se informaba que Roy ya había sido encontrado, pues en Torreón había un cuerpo que correspondía con sus características.

Leticia, integrante de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Nuevo León, sintió que sufriría un desmayo.

La funcionaria le dijo que había unas fotografías del occiso, pero Leticia se negó a verlas. Preguntó por datos genéticos, pero le informaron que el cuerpo había sido inhumado sin registro de ADN en una fosa común, que sólo había fotos del rostro.

La regiomontana solicitó información oficial, en tanto le pidió a Blanca Martínez, directora del Centro Diocesano para los Derechos Humanos Fray Juan de Larios, en Saltillo, que la ayudara a investigar la ubicación y datos del cuerpo, sin embargo, la activista le descartó que fuera Roy.

"Ella vio fotos del fallecido, en vida, y dijo que era un joven de la SEDENA que murió en enfrentamiento", comenta Leticia.

El 30 de marzo de este año, Julia Gracidas, Ministerio Público Federal, le insistió en que avalara el dicho de que era Roy, basado en una simple revisión...

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