Todo por una Pick Up
| Autor | Enrique Avila |
REFORMA/Nuevo León
MONTERREY.- La creencia de ahorrarse varios miles de pesos al comprar una pick up extranjera para regularizarla gracias al programa recientemente puesto en marcha, es una duda que asalta a varias personas que consideran esta posibilidad.
Jesús Martínez vivió personalmente la experiencia de ir a buscar una pick up a la frontera, esto después de haber vendido el Spirit que traía para liquidar una serie de deudas y destinar la diferencia con tal objetivo.
Desde Monterrey ubicó la camioneta que la prima de un conocido le había ofrecido.
Debido a las dificultades para ir de inmediato pero al llegar, ya se había vendido.
Entonces, decidió no regresar con las manos vacías.
"Pensé que con 20 mil pesos podría traerme una", comenta.
La realidad fue que terminó gastando casi el doble de lo pensado.
Comenzó su búsqueda en los lotes de autos usados de Laredo, Texas.
Quedó asustado con los precios, por ejemplo, por una Cheyenne modelo 1988 le pedían 5 mil dólares.
Las más baratas que llegó a ubicar eran de 3 mil 800 dólares.
"Realmente sobrepasaban el presupuesto inicial".
Regresó al país, alcanzó a visitar varios lotes; sí había, pero a partir de 5 mil 500 dólares.
"Iba pasando por una de las casas y vi a un señor que apenas iba a ponerle un letrero de "for sale" y me paro, veo la camioneta, estaba enterita, una Ford 90..., me gusta".
El propietario se la ofreció en 2 mil 900 dólares; cantidad que se le hizo muy barata en comparación de lo que había visto.
Las condiciones físicas de la unidad eran muy superiores a otras mercancías; la única desventaja era que tenía caja larga.
"Aún así, empezamos a negociar, al final me rebajó 100 dólares, es decir, la compré en 2 mil 800 dólares".
Eran las 7 de la noche y ya no iba a ser posible conseguir un agente aduanal para hacer el trámite a esa hora.
Un Día Más
Regresó a dormir a casa de un familiar en Nuevo Laredo y al día siguiente contactó temprano a un agente aduanal. La encargada de esa aduana, jefe del departamento de operación del SAT, le comentó que ahí nadie se encargaba de esos trámites, que le sugería a un par de agentes de Nuevo Laredo.
El interesado empezó a hacer presión al agente aduanal que había contratado, su intención era terminar el trámite ese mismo...
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