La Petite Bande: Reviven Mozart con fidelidad
| Autor | Sergio Raúl López |
Un vistazo a la orquesta del periodo clásico, a fines del Siglo 18, nos depararía una sorpresa. Los músicos de aquellos tiempos no usaban fracs, moñitos al cuello ni uniformes, y poseían instrumentos distintos a los de hoy. A la agrupación no se le llamaba orquesta sino "academia".
Algunos emplearían arcos del periodo barroco -combados hacia arriba- y otros lo contrario, arcos semimodernos -ya con la comba hacia abajo-, además variarían las cuerdas, la manera de tomar el instrumento y, por consiguiente, los sonidos producidos.
Esas técnicas han sido la preocupación dell músico belga Sigiswald Kuijken, quien al frente de La Petite Bande ha conjuntado a un grupo de especialistas en instrumentos de la época fundado en 1970. El ensamble orquestal llegaa por segunda vez a México para ofrecer una versión concertante de la ópera 'El Rapto en el Serrallo' de Wolfgang Amadeus Mozart.
Un Mozart aproximado a las sonoridades que se escuchaban en la Viena de la segunda mitad del Siglo 18 se escuchará en la sala de conciertos del Palacio de Bellas Artes, hoy a las 20:00 horas.
Porque el famoso genio de Salzburgo, si bien ahora lo conocemos a través del piano y las orquestas modernas, componía sobre el teclado de un clavecín o un órgano eclesiástico, con mucha mayor cercanía a la música barroca que al concepto de orquesta moderna.
En los años 70, recuerda Kuijken, La Petite Bande interpretaba mucha de la música antigua italiana como Fontana, Ucellini y Frescobaldi, y a músicos posteriores como Corelli o Vivaldi, pues su repertorio iniciaba en la época de Claudio Monteverdi y llegaba hasta la época de Bach.
Con los años, descubrieron que con los instrumentos barrocos podían tocar muchas obras del periodo clásico, principalmente de Joseph Haydn y Wolfgang Amadeus Mozart, como hacen hasta la fecha.
"Ese es el periodo musical en el que, para mí, debe llegar nuestro repertorio, porque todavía con la música de Mozart puedo emplear mi violín barroco con un arco clásico y se adapta", señala Kuijken.
Sin embargo, después de ese periodo, señala, para tocar la música romántica de Schubert o Beethoven, se necesita ya regularmente de otro violín, otro arco y otras técnicas interpretativas, para las cuales, acepta, requeriría comenzar otra investigación profunda y carece del tiempo necesario para hacerlo. "Ya no hago eso, claro que de cualquier forma...
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