El peso del tiempo
| Autor | René González de la Vega |
Yo estuve en Juárez. Sergio González Rodríguez da cuenta de ello en su espléndida obra y valiosa en más de un sentido Huesos en el desierto. En efecto, en la página 55 de la primera edición de su homenajeado libro, refiere el hecho de que encabecé -en los finales de 1995- a un grupo de expertos en investigación criminal, patología forense, psicología forense y criminalística de campo, todos mexicanos, con el propósito de conocer, analizar y proponer trabajos y proyectos concretos en torno al hasta hoy alarmante y conocido caso de las muertas de Juárez. En aquel entonces, no pasaban de las dos decenas las jóvenes mujeres asesinadas en esa ciudad fronteriza, cuyos cuerpos fueron abandonados, con evidencias exhibicionistas, en el paraje conocido como Lote Bravo y era ya una preocupación viva de las autoridades y la sociedad chihuahuense.
Llegamos por invitación de los responsables locales en la investigación de los hechos y con nosotros llegaron y coincidieron haciendo sus trabajos en el mismo sentido, expertos norteamericanos de la Unidad de Ciencias de la Conducta del FBI en Quantico, Virginia. Recuerdo a mi colega del Buró de Investigaciones, Dave Gómez, discípulo de mi querido amigo John Douglas, pionero en el estudio del asesinato serial y el "perfilismo criminológico".
Trabajamos ambos grupos en los mismos lugares, con los mismos elementos de juicio y ante el mismo panorama, aunque cada cual con sus propios medios y experiencia; llegamos a conclusiones similares, tras analizar escenarios, dictámenes periciales, resultados de necropsias, datos victimológicos, entorno fronterizo y demás elementos propios de una investigación. Al final de la jornada, entregamos a las autoridades de Chihuahua una voluminosa carpeta con diagnósticos y propuestas concretas de acción y trabajo y lo mismo hicieron los colegas del FBI. No sabemos a ciencia cierta qué pasó con ambas propuestas de trabajo, pero podemos hoy concluir que no fue mucho el caso o la validez que otorgaron a nuestras opiniones técnicas allá en Juárez.
El caso es que nueve años más tarde, con alternancia política en los poderes locales y por supuesto en los federales, este asunto ha trascendido fronteras y llamado la atención de individuos y grupos de presión, organizaciones de todo tipo y de distinta nacionalidad, convirtiéndose en una especie de bandera del feminismo internacional, pues las víctimas son jóvenes mujeres, que trabajando, radicaban en esa zona del norte mexicano. A estas...
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