Peso rosa: una forma diferente de consumir

CIUDAD DE MÉXICO, junio 23 (EL UNIVERSAL).- En Sidney, Australia: 80 dólares. En Singapur: 60 dólares. Una ciudad por un corte de cabello. Y no cualquier corte, pues Jacobo Martínez gastó en uno realizado en una de las mejores estéticas de cada sitio, con uno de los mejores peluqueros del lugar, a un precio que suena inaccesible.

Le siguen Toronto, Vancouver, Seattle, Los Ángeles, Miami, Fort Lauderdale, Buenos Aires, Shanghái, Seúl, Melbourne, Bangkok, Kuala Lumpur, Tokio... Y la lista seguirá creciendo, conforme este bailarín siga recorriendo el mundo.

Hoy, vive con su novio, es empresario también y se dedica a hacer negocios relacionados con la moda en esa ciudad. "Tenía American Express Black y he gastado como he querido. Nunca he derrochado dinero, pero el peluquero era muy bueno y me trataban muy bien", asegura el joven de 30 años, quien dio la vuelta al globo varias veces como parte del espectáculo musical de un crucero por el Caribe.

Ir a la peluquería o a la estética a cortarse el cabello, al cine, al teatro, al gimnasio. Comprar un coche, asegurarse.

"El consumo del mercado LGBT es igual, no hay un consumo diferenciado, lo único que hace la diferencia es en el gasto. Ellos tienen un tipo de gasto diferente y su distribución del gasto es diferente que el de un heterosexual", explica Mariano Osores, presidente de la CANCOTUR LGBT de México.

Esto les da oportunidad de gastar más en gadgets, viajes, y artículos de estilo de vida, entre otros artículos. De acuerdo con un estudio de De la Riva citado por otros medios, un consumidor gay llega a destinar 10% o 15% más que una persona heterosexual.

"¿Los gays gastamos más? Sí, en nosotros. No tenemos hijos y en general no tenemos interés en tenerlos", explica un economista.

Y eso les da más margen de recursos para gastar y para acceder a productos Premium o de mayor calidad, por lo que tienen una mayor propensión al consumo.

No es que tengan más dinero, sino que suelen tener un consumo más elevado que su nivel social y adicionalmente este segmento tiene también propensión hacia un "consumo hedonista", señala el especialista.

Especialmente les gusta viajar y gastan más que el viajero promedio. En 2014, este nicho de mercado representó 3 millones de visitantes internacionales que llegaron al país, con un consumo promedio de aproximadamente 2 mil 550 dólares, prácticamente el doble en comparación a los 780 dólares del visitante tradicional en el país, de acuerdo con cifras de la Secretaría de...

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