La pesadilla continúa...
Fatal resultó el Clásico para el América, sin creatividad en medio campo, sin gran esfuerzo de sus integrantes, con titubeos en la dirección técnica. Las Aguilas viven en la calle de la amargura durante el actual Invierno 2000, los logros de otras campañas, al menos en los partidos importantes, hoy son sólo un recuerdo.
No conformes con el paso irregular de esta campaña, los azulcremas ya registran un par de descalabros dolorosos, de esos que lastiman con fuerza, golpes que para una institución con la jerarquía del América son una ofensa a toda esa historia de triunfos y gusto en el público.
Hoy, América anda en los suelos, sin llegar a arrastrarse porque todavía existen para su fortuna otros equipos en peores condiciones, pero muy lejos de los primeros sitios de la tabla, donde debería estar por el presupuesto y la exigencia de su camiseta.
En mes y medio de competencia, las Aguilas cambiaron el aplauso por abucheo, el reconocimiento por lástima, en una manera rápida de resquebrajar el orgullo y la tradición exitosa de un equipo. Porque si bien son ya más de 11 años sin título, difícilmente en ese tiempo se dieron circunstancias y resultados tan pobres como hoy.
Y más allá de los marcadores, el funcionamiento, la entrega, la disposición, la conciencia de lo que debe pesar esta playera en el futbol mexicano, parecen aspectos muertos en cada jugador que se la pone en este Invierno.
El domingo las Aguilas recibieron el segundo revés en el orgullo, el segundo golpe para los planes de su dirigentes, al perder el Clásico ante el Guadalajara, uno de los partidos, sino el que más, en los cuales no se debe caer y menos por un pesado marcador.
América fue goleado 3-0, sin que en la derrota se exhibiera la suficiente vergüenza que debe acompañar a la competencia deportiva, sin idea ni proyección, demasiado lejos de lo que su nombre exige.
Ya el primer golpe lo habían recibido 10 días atrás, con la eliminación en el selectivo hacia la Pre Libertadores, y de qué forma también, sumando apenas un punto de 12 posibles.
Así, América se reporta para la jornada 8 cerca de la mitad de la etapa regular, con escaso futbol, pobres resultados y una tradición en declive.
La jornada siguiente a una caída en el Clásico siempre parece ser el salvoconducto para lavar la pena y regresar al camino correcto, pero ya no luce tan sencillo cuando no se tiene prácticamente nada en juego colectivo ni cuando el próximo rival se trata de otro archienemigo.
Con la inestabilidad...
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