Pertenencias. Largo camino para recuperarlas

Erika FloresCIUDAD DE MÉXICO, octubre 10 (EL UNIVERSAL).- Para las 26 familias que habitaron el edificio de la calle Edimburgo 4, en la colonia del Valle "el pasado está bajo llave". Ésta no es una frase rosa ni mucho menos literaria, sino una realidad. Sus pertenencias más valiosas, como joyas y dinero rescatados de los escombros de este edificio que se derrumbó el 19-S, están dentro de una bodega en una agencia del Ministerio Público de la delegación Benito Juárez. Y al parecer su recuperación no será sencilla a menos que recorran un entramado laberinto burocrático que es indiferente a su desgracia.

La historia de cómo sus cosas llegaron allí es tan compleja como humana, Edimburgo 4 fue el único lugar de todos los derrumbes registrados en la Ciudad donde se recuperaron pertenencias de las víctimas.

"No sabíamos que estaban recaudando cosas ni que eran llevadas al MP", relata Elizabeth Blumenkron, propietaria del departamento 203 y vocera de los afectados.

"En los primeros tres días no se nos permitió acercarnos para recuperar nuestras cosas. El 21 recibí la llamada del señor Sebastián, operador de la grúa que trabajan en el lugar. Quitaba la losa de mi departamento cuando encontró una tarjeta de presentación y llamó para avisarme que había cosas mías", dice.

Ayudada por albañiles y militares recuperó algunas pertenencias; todas recolectadas en cubetas. "Luego me dijeron que atrás del Soriana había un lugar donde estaban juntando todo y fui allá", comenta.

La recibió Tabata Salinas, una vecina de la colonia Escandón que llegó como brigadista voluntaria la madrugada del 20 de septiembre. Lo primero que encontró fue un terreno baldío donde se concentró el cascajo retirado, estaba mezclado con muñecos de peluche, fotografías y bolsos de mujer, entre otros artículos.

"A uno se le hace el corazón de pollo cuando ve esas cosas porque, aunque para los demás es basura, en realidad era la vida de los vecinos entre escombros. Así que nos organizamos para rescatar cosas", menciona.

Iniciaban su labor cuando una máquina de trascabo se atravesó; tenía la orden de sacar los desechos. Tabata y los voluntarios se colocaron frente a la máquina por lo que intervino la Marina.

"Fue difícil convencerlos y sensibilizarlos, pero al final nos dieron 30 minutos para sacar pertenencias; luego llegamos a un acuerdo y nos dejaron trabajar durante los siguientes días. Fue un grupo de 400 manos anónimas que clasificó todo cuanto llegó. Y bueno, llamamos al lugar...

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