Perspectiva Empresarial/ El volumen de la corrupción

AutorCarlos Hermosillo

Siempre he considerado a Federico Reyes Heroles como un analista muy inteligente y admiro su interés por combatir la corrupción, y, por lo mismo, me extrañó mucho su articulo de hace unos días, indicando que el resultado de las investigaciones de la nueva Secodam no ha revelado niveles de corrupción de la magnitud que algunos creían que había existido, insinuando que la corrupción en México es menor de lo que se había estimado.

Yo discrepo de su opinión. El que las investigaciones no prueben más actos de corrupción dista mucho de ser indicativo de los niveles de corrupción que tienen a México sumido en el subdesarrollo. Sin las limitaciones que le impone la ley a la Secodam de comprobar dentro de esquemas de leyes y reglamentos, el ciudadano tiene otras percepciones, captadas por el poco disimulo que han tenido políticos y funcionarios al mostrar su rápido y fabuloso enriquecimiento y en particular, mismos personajes que cuando son señalados insisten que "no se les ha demostrado nada ilegal", dejando claro ellos mismos que no lo deshonesto puede ser legal. Nosotros como empresarios, que nos movemos en el nivel en que se hacen los negocios, nos enteramos cómo se han hecho grandes fortunas y algunas no tan grandes pero en tal número que hicieron que en todos los niveles un porcentaje importante del dinero gastado por el Gobierno va a dar a los bolsillos de políticos, funcionarios, parientes y allegados.

Al participar en organismos empresariales hemos constatado que existen comités de adquisiciones, licitaciones a sobre cerrado y otros candados a compras y adjudicaciones discrecionales, que la mayoría de las veces, al menos en apariencia, se cumple con la ley, sin embargo, abundan quejas de empresarios que detectan maniobras para eliminarlos de ciertos concursos imponiendo condiciones que fueron previamente filtradas a quien se pretendía favorecer para que estuviera preparado y en condiciones de cumplirlas, lo que los demás participantes seguramente no podrían.

Un ejemplo: una entidad de Gobierno requiere una cierta cantidad de algún producto con ciertas especificaciones de materiales o medidas que no son comerciales, se demora la licitación y se ponen fechas de entrega imposibles de cumplir, excepto por un fabricante, que previamente pactó con el responsable de la compra, obviamente a precio muy superior al que podría haberse obtenido de haber una sana competencia. Aunque haya alguna auditoría, con seguridad no se encontrará ninguna...

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