Personas en situación de calle: una tragedia casi invisible

(Material transmitido por el Servicio Sindicado el pasado 6 de febrero)CIUDAD DE MÉXICO, febrero 14 (EL UNIVERSAL).- Aurora es una muchacha de 16 años que quedó embarazada y que, ante los prejuicios morales, la ira y la incomprensión de sus padres y hermanos, se vio obligada a abandonar su hogar. Ahora pernocta debajo de un puente vehicular, junto a otros jóvenes.

¿Quiénes más integran la población que vive en situación de calle, es decir, que realiza todas sus actividades de supervivencia en el espacio público de las urbes? Entre otros, niños y niñas que sufrían un trato violento y/o abuso sexual en su casa y huyeron de ella; personas con preferencias sexuales distintas que fueron repudiadas por sus seres queridos; adultos mayores jubilados, sin familia, que perdieron su vivienda como consecuencia de un embargo, un incendio, una inundación o un sismo; migrantes (nacionales e internacionales) que lograron llegar a la capital, pero no han encontrado trabajo.

De acuerdo con Alí Ruiz Coronel, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM y especialista en el tema, la vida en situación de calle tiene tres características que lo hacen un fenómeno social complejo.

"Es multicausal: lo origina no una sola, sino un conjunto de causas, por ejemplo, ser pobre, migrante y étnicamente diferente; implica un proceso, con una fase de riesgo, una fase inicial y una fase de arraigo en la que la persona asume, como parte de su identidad, el hecho de ser de la calle; y es relacional: se da a partir de la interacción del individuo con su entorno social y natural. Por eso resulta tan difícil abordarlo científicamente", apunta.

Fenómeno social urbano

La vida en situación de calle es un fenómeno social netamente urbano. ¿Por qué? Porque, a diferencia de lo que ocurre con la gente de localidades pequeñas, que se conoce, interactúa con frecuencia y establece lazos afectivos muy sólidos, los habitantes de las urbes interactúan de manera superficial, breve y anónima, lo cual da como resultado que sus frágiles vínculos se rompan fácilmente.

"De acuerdo con el sociólogo alemán Georg Simmel, frente a la extraordinaria cantidad de estímulos que hay en las ciudades, sus habitantes adoptan lo que denominó una actitud blasé: se vuelven insensibles a ellos. Es como una estrategia de supervivencia, pues si, por ejemplo, valoráramos en toda su magnitud la tragedia que representa cada niño o joven limpiaparabrisas que vemos, seguramente llegaríamos a un...

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