Personas en situacion de calle guardan esperanza en el Ano Nuevo.

Por Mariangel Calderon

Mexico, 31 Dic (Notimex) .- Christopher Sanchez tiene 29 anos de edad, se acaba de despertar en una banca y revisa con cuidado sus cosas, tiene miedo de que durante el sueno alguien le haya robado lo poco que tiene.

El ano pasado todavia vivia con su familia, comio uvas y pozole esa vez, ahora solo no quiere pasar Ano Nuevo en las calles, donde vive desde hace un ano "mas que nada es por mi alcoholismo el que me tiene aca en la calles".

Christopher lleva unos guantes azules con flores y una blusa rosa, es transexual y se tapa los senos postizos que se hizo con guantes y calcetines que alguien le regalo, nadie habla con el y por eso siente verguenza, explico en entrevista con Notimex.

El duerme con un monton de indigentes en las inmediaciones del Hospital General de Mexico, se mezclan entre quienes esperan que salgan sus familiares de consulta, en esas calles todos tienen la cara de pena, unos por sus familiares que estan en el nosocomio, otros tantos por la nostalgia de la vida de casa y el calor del hogar.

"Ayer vinieron unos, vinieron a darnos nuestra cena de Ano Nuevo adelantada, nos dieron romeritos, ponche, cafe y refresco" explico con los labios visiblemente partidos, ademas dijo que siempre hay personas y organizaciones que acuden a visitarlos, sin tener muy claro el dia que se acaba el ano viejo, senalo que ya luego les regalan cobijas, medicamentos y ropa, a los albergues no le gusta ir porque siempre hay mucha gente y no sabe que tipo de personas sean.

"Luego en los albergues hay mucha gente que tiene cosas que uno no sabe, si hay varios en los que nos pueden ayudar pero no conozco uno en el que yo diga que si me puedo quedar", el ya ha estado en el de La Coruna, en Tlalpan y uno que no recuerda su nombre, "no quisiera pasar Ano Nuevo aca afuera, pero es lo que hay, aqui me estoy quedando en la calle", explico con la voz entrecortada.

"Yo ya no quiero estar aca en la calle me siento muy mal, le quiero echar ganas porque ya no quiero estar aqui porque yo se trabajar y Dios me quiere, solo necesito motivacion pero nos ven asi y nos juzgan y nadie nos quiere ayudar, esta a lo mejor es una familia, pero ya no quiero seguir aca en la calle, si mi familia me diera la oportunidad de volver lo haria, lo unico que tengo es mi alcoholismo".

Javier Baena tiene diabetes, tiene el pie derecho vendado con una blanca gasa, el descansa en el respiradero del metro Hospital General, tiene todas sus pertenencias limpias...

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