Persisten desfogues

AutorCarlos Marí

PARAÍSO/ Tabasco

A 50 días de la fuga del gasoducto que derivó en una explosión, en el municipio de Cunduacán, a 30 kilómetros del sitio de ese accidente, Pemex, en el puerto de Dos Bocas, continúa quemando 110 millones de pies cúbicos diarios de gas, por lo que contamina el ambiente con la dispersión de ácido sulfhídrico ya que no ha conseguido reparar esa instalación averiada.

Desde Torno Largo, localidad poblada en su mayoría por pescadores, situada sobre el margen del río Seco al frente de Dos Bocas, se aprecian las llamas de tres quemadores de más de 10 metros de altura que alcanza la combustión de gas natural.

Ahí los pescadores cuentan que desde que se suscitó la explosión del gasoducto en Cunduacán se han acostumbrado a escuchar el ruido de los quemadores que están a unos 300 metros, y también, a observar ahora cómo la dispersión del ácido sulfhídrico daña la vegetación de mangle y resentir, en ocasiones, un olor tóxico.

"Tengo más de dos años...

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