Persiguen ecos de Casa del Risco

AutorPaola Ramos

En el jardín sonoro de la Fonoteca Nacional, un hombre ladraba mientras el resto imitaba el sonido de una escoba, de un rastrillo, del aire, de un avión...

"Shhh shhh", "guau guau", "prrr prrr", "fiu fiu"...

Con los ojos cerrados y los oídos abiertos, 15 personas escuchaban e imitaban el ambiente que les envolvía y dejaban salir una sonrisa.

Era el inicio de la rodada denominada "La Casa del Risco", que les llevó por el barrio mágico de San Ángel para conocer la identidad sonora del lugar.

Ya en sus bicicletas, el sonido del rodar de las llantas en las calles empedradas se sumó a la experiencia y les acompañó al Jardín de la Bombilla, su primera parada.

Allí, el rugir de motores y el agudo sonar de los claxons se combinaba con el rechinar de un columpio, el canto de algún ave o el silencio de la fuente.

Un poco más adelante, en las plazas Del Carmen y San Jacinto, el cuchicheo de las conversaciones...

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