Manuel Perló Cohen / Agua: ¿seguiremos librando una batalla en su contra?

AutorManuel Perló Cohen

En su célebre Ensayo sobre el Reino de la Nueva España, el gran científico Alexander Von Humboldt escribió que las obras hidráulicas del Valle de México sólo veían al agua como un enemigo del que era menester defenderse. Doscientos años después de su penetrante diagnóstico, algunos pensamos que se ha persistido en lidiar con nuestros problemas hidráulicos como si se tratara de una guerra. Una confrontación de la cual, por cierto, difícilmente saldremos victoriosos.

Para fines de discusión, abandonemos la metáfora bélica y formulemos la siguiente interrogante: ¿ Han sido exitosas las políticas y obras de los últimos 70 años para garantizar la sustentabilidad de las fuentes de abastecimiento y disminuir los riesgos de inundaciones? Me temo que la mayoría de los especialistas en el tema y funcionarios encargados de operar los sistemas concuerdan en que la respuesta es negativa.

Muchos de los problemas tienen que ver con la cobertura y la calidad de los servicios a la población. Tan solo en el Distrito Federal un millón doscientos cincuenta mil personas no disponen de agua dentro de su vivienda y cerca de un millón y medio la reciben de manera irregular durante la semana. También prevalece una enorme disparidad en el acceso a los servicios de agua y drenaje entre los habitantes de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México. Otros inconvenientes se originan en el deplorable estado de mantenimiento de la infraestructura. Por ejemplo, la proporción del líquido que se pierde por fugas en la red de distribución oscila entre el 35 y el 40 por ciento. Toleramos el absurdo de gastar enormes cantidades de dinero en traer y potabilizar el agua para tirarla posteriormente.

Pero los desafíos más graves están asociados con la viabilidad a mediano y largo plazo del sistema. Uno de ellos es la extracción desmedida de nuestros acuíferos, los cuales aportan el 70 por ciento del líquido que llega a los consumidores. Por cada 1000 litros que extraemos sólo se recargan 500. Dicha sobreexplotación ha generado un detrimento de la calidad del líquido que se obtiene de los pozos y es la causa principal de otro gran mal...

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