Perfiles y Rasgos

AutorHoracio Andrade

Zapatos ajenos

Hay un ejercicio que utilizan algunos facilitadores grupales que consiste en que las personas formen un círculo, se quiten sus zapatos y se pongan los del compañero(a), para después dar algunas vueltas alrededor del salón, con el calzado ajeno. Pese a lo chocante que puede ser esta dinámica, el aprendizaje es claro: ponerse zapatos ajenos no es tan fácil de hacer como de decir; a veces aprietan, a veces quedan tan holgados que resulta imposible caminar con ellos, a veces de plano ni entran.

Como fácilmente se podrá deducir, el ejercicio se usa para ilustrar el tema de la empatía, cuya definición más común es, precisamente, la de "ponerse en los zapatos del otro". La pregunta de fondo es ¿realmente es posible hacerlo? Así como hay hormas que no están hechas para los pies propios, hay "hormas mentales" muy diferentes a las de uno, a las que es casi imposible ajustarse.

"Cada cabeza es un mundo", afirma el refrán, que en realidad dice, en otras palabras, que cada quien tiene su propio marco de referencia. Éste es, quizás, el concepto más importante relacionado con la comunicación humana. El marco de referencia es esa horma mental que cada quien tiene, que lo hace percibir la realidad de una manera particular y darle un significado propio a la información que recibe. Se forma como resultado de los conocimientos y experiencias que las personas acumulan a lo largo de su vida, y del estado anímico y hasta físico del momento presente.

La comunicación entre dos personas tendrá más probabilidades de ser efectiva en la medida en que sus marcos de referencia tengan más elementos comunes (conocimientos similares o experiencias parecidas o compartidas), ya que eso contribuye a que "hablen un mismo lenguaje" y se entiendan mejor. Aún así, no hay dos marcos de referencia idénticos, y es difícil saber qué tanto son parecidos, hasta que las partes se comuniquen y vean lo que tienen en común y lo que no.

La empatía es, entonces, el esfuerzo que hacen las personas por entender a las demás y por conocer su marco de referencia, ese mundo que es su cabeza, esa horma mental.

Desarrollar la empatía

Para ser empático hay que desarrollar algunas actitudes y habilidades básicas. La primera es la apertura al mundo de los demás, al "mundo ancho y ajeno", para usar el título de aquélla célebre novela de Ciro Alegría. Ancho porque mi marco de referencia es sólo uno entre seis...

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