PERFILES Y RASGOS

AutorHoracio Andrade

DOS FORMAS DE PENSAR

En otras ocasiones hemos abordado en este espacio el tema de los diferentes tipos de pensamiento que tenemos los seres humanos, que resultan complementarios porque cada uno de ellos cumple una función distinta, dependiendo del objetivo que se pretenda lograr: sacar conclusiones, solucionar problemas, tomar decisiones o cualquier otro para el cual se requiera hacer uso del cerebro.

Ya se ha tratado el tema del pensamiento crítico, que fundamentalmente utiliza la razón y las habilidades inherentes a ella; el del pensamiento flexible, que nos hace estar abiertos al cambio y nos permite considerar otros puntos de vista y buscar alternativas fuera de aquellas a las que generalmente recurrimos; y el del pensamiento creativo, gracias al cual generamos ideas originales y valiosas enfocadas a lograr algo que nos hemos propuesto.

Hay otros dos tipos de pensamiento que tienen que ver entre sí, aunque cada uno de ellos cumple su propia función: el sistémico y el estratégico.

Ambos revisten una enorme importancia, sobre todo en el ámbito del Management, además de que hoy en día no podría concebirse la planeación estratégica de una organización sin echar mano del pensamiento sistémico, como un punto de apoyo indispensable para que las cosas salgan como se pretende (o por lo menos aumente la probabilidad de que así sea).

El pensamiento sistémico ha tenido un desarrollo muy evidente y comprensible, de unas décadas para acá. Si bien tiene su origen formalmente en los trabajos que el biólogo Ludwig Von Bertalanffy realizó desde mediados del siglo pasado, en el ámbito corporativo ha encontrado un campo de aplicación de importancia creciente a partir de la publicación del libro "La quinta disciplina", de Peter Senge, en 1990.

Su desarrollo es comprensible a la luz de la complejidad que ha llegado a tener el entorno, que ahora más que nunca lo hace incierto, difícil y hasta caótico, porque el número de las variables que interactúan en él con relaciones de dependencia mutua, es cada vez mayor.

Entonces, no se puede, no se debe ya verlo como se hacía antes, es decir, como algo relativamente predecible y controlable: son múltiples los factores que entran en juego, las variables que inciden para que se produzcan ciertos resultados. El pensamiento sistémico vino a acabar con la linealidad.

Causas y efectos múltiples

Esto significa que las relaciones causa-efecto ya no son tan sencillas como eran, o por lo menos como se creía que eran. Ahora, una...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR