PERFILES Y RASGOS

AutorHoracio Andrade

CALIDAD DE VIDA

Desde hace ya varias décadas se habla de la necesidad de que las organizaciones propicien y mantengan condiciones de trabajo que permitan a sus colaboradores lograr un sano equilibrio entre los múltiples factores que tienen que ver con, o afectan a, su experiencia laboral: físicos, psicológicos, espirituales, profesionales, familiares y sociales.

Con frecuencia a este equilibrio se le conoce como calidad de vida en el trabajo. Sus implicaciones abarcan tanto al clima laboral como a la cultura corporativa, porque se refieren tanto a variables relacionadas con la motivación y la satisfacción, como a los valores organizacionales, es decir, con aquello a lo que la organización le da importancia.

En otras palabras, el aspecto cultural muestra qué tan relevante es para la empresa el bienestar de sus integrantes, más allá del discurso oficial, que suele ponderar ampliamente la importancia del capital humano y la necesidad de propiciar el equilibrio trabajo-vida personal y familiar.

La verdad es que, si bien muchas empresas manejan la calidad de vida como un elemento importante de su retórica, y hasta la incluyen dentro de su conjunto de valores, el discurso no siempre guarda relación con la realidad.

Para empezar, el concepto de calidad de vida es complejo porque involucra a un buen número de variables. La Organización Mundial de la Salud menciona las siguientes cinco: la salud física de una persona, su estado psicológico, su nivel de independencia, sus relaciones sociales y su relación con los elementos esenciales de su entorno. Todas ellas tienen que estar en armonía y equilibrio, y cada una abarca diversos aspectos.

Aplicada al ámbito organizacional, la calidad de vida comprende también variables muy diversas. Algunas de ellas se encuentran dentro de lo que se conoce como motivadores intrínsecos, y otras dentro de los extrínsecos.

En el primer caso abarca al trabajo en sí y a todo lo que tiene relación con él: gusto por lo que se hace; posibilidad de aplicar en su ejecución el talento, los conocimientos y las habilidades; sensación de logro; autonomía de decisión y de acción; sensación de que lo que se hace es importante; variedad en la tarea, y satisfacción por ayudar a otros o contribuir a su bienestar, son algunos de estos factores intrínsecos al trabajo.

Factores extrínsecos

Sin duda, todos ellos juegan un papel esencial en la calidad de vida, ya que no puede haber algo más desagradable que llegar todos los días a un lugar...

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