PERFILES Y RASGOS

AutorHoracio Andrade

PREGUNTAR, UN ARTE

Las relaciones de ayuda que, como el coaching, se centran más en el ayudado que en el ayudador, tienen en las preguntas una de sus principales herramientas, porque a través de ellas se puede obtener la información que permite a ambas partes entender mejor la situación, y reflexionar sobre ella para encontrar las soluciones óptimas.

Sin embargo, aunque preguntar es un arte, quienes lo dominan son muy pocos; la mayoría de las personas difícilmente saben hacerlo porque no han recibido un entrenamiento adecuado (en realidad, casi nadie es enseñado ya no a preguntar, sino a comunicarse, con todas las habilidades que eso implica).

El resultado es que en el proceso comunicativo se pierde una gran cantidad de información, con la que se contaría si se hicieran las preguntas correctas, de la manera correcta. Para lograrlo hay que conocer los diferentes tipos de preguntas que existen, en función del objetivo que se persigue con ellas.

En primer lugar se puede preguntar para ampliar la información que la otra parte nos está dando. Cuando sentimos que no es suficiente para que tengamos una clara idea de la problemática planteada, o de la situación expuesta, hay que pedir más datos, ejemplos y, en general, elementos que agreguen valor y extiendan el horizonte.

En segundo lugar las preguntas sirven para clarificar, precisar, despejar las dudas que nos puedan surgir a partir de lo que estamos escuchando. Muchas veces no comprendemos muy bien al otro, por lo que pedirle una explicación que nos permita tener una mejor idea de lo que nos trata de decir es sumamente útil para ambos y nos evita problemas.

En este mismo orden de ideas preguntamos también para verificar la correcta comprensión del mensaje. Nunca hay que dar por sentado que estamos interpretando igual que nuestro interlocutor: bien sabemos que el significado no está en los signos, sino en las personas, por lo que con mucha frecuencia, lo que una y otra parte entienden es completamente diferente. La verificación se puede hacer de una manera tan sencilla como preguntar: ¿Lo que debo entender es.? o bien ¿Estás diciendo que.?

Buscar cosas nuevas

Un objetivo importante de las preguntas puede ser el de estimular la imaginación y la creatividad de la otra persona, para que flexibilice su forma de ver las cosas y se "salga de la caja". A menudo estamos atrapados en nuestros paradigmas y la única forma de escapar de ellos es generando ideas diferentes. Preguntas como ¿qué pasaría si.? o...

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