Perfiles y Rasgos

AutorHoracio Andrade

Ser global

Marshall McLuhan, destacado filósofo y escritor canadiense fallecido en 1980, lanzó ya hace más de cuatro décadas el concepto de "aldea global" para definir a un mundo cada vez más interconectado por los medios de comunicación.

Hoy, en pleno siglo XXI, esta idea no solo no ha perdido vigencia, sino que pareciera que hubiera sido generada justo en esta época, en la que el internet, las redes sociales e incluso la facilidad para trasladarse físicamente de un lugar a otro del planeta en muy poco tiempo, han acortado considerablemente las distancias entre quienes poblamos la Tierra.

Dado que ahora la convivencia entre personas provenientes de diferentes culturas es cada vez más común, sobre todo por cuestiones de trabajo y de negocios, se ha vuelto necesario desarrollar una serie de actitudes y habilidades tendientes a establecer relaciones sanas y productivas con quienes son muy distintos a nosotros.

Para darnos una idea de esta aldea mundial en la que vivimos, podemos referir unos cuantos de los datos que proporciona un organismo muy interesante, llamado "100 People": si nuestro mundo fuera efectivamente una aldea integrada por 100 personas, 60 serían asiáticos, 15 africanos, 14 americanos y 11 europeos; 33 serían cristianos, 22 musulmanes, 14 hinduistas, 7 budistas, 12 practicarían alguna otra religión y 12 no tendrían ninguna; 12 hablarían chino, 5 español, 5 inglés, 3 árabe, 3 hindi, 3 bengalí, 3 portugués, 2 ruso, 2 japonés y 62 otras lenguas.

La aldea global es, entonces, muy variada, y coexisten en ella una gran variedad de formas de ser, de vivir, de pensar y de relacionarse. El poder caminar por sus calles "como en casa" requiere de una gran flexibilidad, capacidad de adaptación y apertura, además del conocimiento de las particularidades de esas personas y grupos que son tan diferentes a nosotros y tan diferentes entre sí.

A toda esa serie de conocimientos, habilidades y actitudes que dan como resultado la capacidad de convivencia con los muy variados miembros de la aldea global se le conoce ahora, precisamente, como "globabilidad". Hay, entonces, quienes tienen alto este índice y quienes lo tienen bajo, por lo que son lo que se conoce en la jerga sociológica como "parroquiales".

Entender y ajustarse

El que una persona sea global o parroquial depende en buena medida de su inteligencia cultural, definida por Earley y Mosakowsky como "la habilidad de entender contextos desconocidos, y luego ajustarse a ellos".

Tan importante...

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