Perfiles y Rasgos

AutorHoracio Andrade

La creatividad como buena intención

Todo mundo lo ha dicho, en diferentes foros, de distintas maneras: la única forma de salir adelante en este siglo XXI que tantos retos y dificultades nos ha presentado, especialmente desde hace un año, es haciendo uso de la creatividad, de ese lado derecho del cerebro al que hemos dejado medio dormido al privilegiar a su contraparte, el lado izquierdo, que es el de la razón y la lógica.

Entre muchos otros, ya lo dijo Howard Gardner, a quien debemos la teoría de las inteligencias múltiples, en un libro titulado "Las cinco mentes del futuro". En él afirma que es precisamente la mente creativa una de las que permitirán al hombre de nuestros tiempos actuar en consecuencia con lo que éstos demandan (las otras cuatro son la disciplinada, la sintética, la respetuosa y la ética).

Se requiere, se dice con insistencia, encontrar nuevas soluciones, descubrir alternativas que no se habían contemplado antes, establecer conexiones entre ideas y conceptos que apenas hace algunos lustros hubieran parecido inverosímiles o disparatadas, experimentar, abrir brechas, adentrarse en regiones desconocidas, asumir riesgos, emprender, sorprender a un mercado ávido de novedades.

Sin embargo, resulta paradójico que, por mucho que se insista en la necesidad de "pensar fuera de la caja", para usar una frase muy común en nuestros días, un gran número de personas, organizaciones de todo tipo y, por supuesto, hasta gobiernos, prefieran seguir instalados en -o mejor aún, aferrados a- su zona de confort, con lo que el discurso de la creatividad se queda en eso, en palabras y buenas intenciones que no se hacen evidentes en la acción.

Lo que vemos con frecuencia no son empresas innovadoras, sino conservadoras; no proactivas, sino reactivas; no preocupadas por generar nuevas ideas, sino por tratar de demostrar que las antiguas todavía funcionan, aunque los problemas sean totalmente diferentes a los del pasado.

Primero, la actitud

Lo que sucede es que la creatividad es una habilidad que no se puede desarrollar si no se tiene antes una actitud: la de estar abiertos al cambio. En efecto, si ser creativo es buscar lo diferente, lo que se aparta de lo convencional, y hacerlo tangible ya sea en productos o en conductas, quiere decir que previamente se ha aceptado la idea de que no hay verdades...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR