Perfiles y Rasgos

AutorHoracio Andrade

La mula y los golpes

Hace algunos años era muy común que cuando las autoridades aseguraban que no habría un aumento en el precio de la gasolina, las estaciones de servicio estuvieran esa misma noche saturadas de automovilistas que deseaban llenar el tanque de su vehículo. La razón era muy sencilla: los ciudadanos en general desconfiaban del gobierno a tal grado, que interpretaban lo que éste decía con el significado inverso.

Esta tendencia a la incredulidad ha seguido dándose, a veces en mayor y a veces en menor grado, a veces con razón y a veces sin ella, independientemente del partido o de la persona que esté en el poder. Lo que sucede es que en este caso aplica muy bien el dicho aquél que afirma que la mula no era arisca, sino que fueron los golpes los que la hicieron así. Cuando las personas ven una y otra vez que su confianza es traicionada por falsas promesas, que se dice una cosa y pasa otra, que se les miente y engaña, terminan por no creer en nada ni, casi, en nadie.

Esta inconsistencia entre las palabras y los hechos genera el conocido "efecto vacuna", que vuelve inmunes a quienes se cansan de creer. Cuando esto sucede, recuperar la confianza perdida, si acaso llega a suceder, es más difícil y lleva más tiempo que ganarla por primera vez. Y, como algunos pensadores han apuntado con mucha razón, la confianza es una especie de cemento social que, si se fractura, crea problemas muy serios: la gente deja de invertir, de participar, de comprometerse, de votar.

Lo preocupante es que este fenómeno no sólo se está dando en el nivel macro, sino también en muchas organizaciones que han pecado de manejar un doble discurso, de emprender procesos a los que no se les da seguimiento, de asegurar que van a pasar cosas que nunca suceden. La crisis de credibilidad alcanza a todos los ámbitos, y si no se quiere que termine por dañar al sistema de una manera irreparable, hay que emprender acciones que la combatan.

Recuperar la confianza

La confianza no se recibe gratuitamente: se gana cuando las expectativas que tiene una persona de otra u otras, se ven cumplidas. ¿Qué puede ser eso que se espera? En primer lugar, que se hable con la verdad, sin ocultar ni distorsionar la información por el motivo que sea. Cuando la mentira se descubre, lo que por cierto pasa tarde o temprano, la relación se daña. Mientras que una verdad no anula el efecto de cien mentiras, una mentira puede anular el efecto de cien verdades.

En segundo lugar, que haya congruencia...

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